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25-N: La voz de los ciudadanos

jueves, 22 de noviembre de 2012


¡Qué dilema! Pensarán muchos. El 25 de noviembre los catalanes estamos convocados a las urnas para escoger a quienes serán nuestros representantes durante los próximos cuatro años. O dos, según le convenga al presidente de turno. Y es que, esta legislatura ha sido la mas corta de la historia, no ha durado ni tan siquiera dos años, tiempo suficiente para comprobar la gestión de CiU, es decir, recortes, aumento del paro, más pobreza, endeudamiento, desmantelamiento de los servicios públicos, corrupción y tensión social, repelida eso sí, por la policía del régimen, como antaño los grises, hoy los escuadrones se llaman Mossos d'Esquadra.

Pero Artur Mas, no conforme con haber arruinado a Cataluña y llevado a cientos de miles de catalanes a la miseria, enarbola ahora la bandera para tapar su pésima gestión, y además, en una pose mesiánica, nos ofrece el camino al edén, a una tierra prometida, aderezado de lírica trascendental y como no, con la ayuda de un aparato mediático que va desde La Vanguardia hasta TV3, pasando por cientos de organizaciones culturales subvencionadas por la Generalitat, para las cuales siempre habrá dinero. Para hospitales o colegios no. Así es, parece surrealista, pero siento decirles que es la realidad. Tal es el grado de locura de Artur Mas que ya se confunde a si mismo con Cataluña, como si ambos fueran el mismo sujeto, y por tanto, atacar a Artur Mas es atacar a Cataluña, así que si usted está en contra del copago, de la subida de tasas universitarias o de tantas otras injusticias, por favor, sea un buen catalán y no se queje, si lo hace estará atacando a Cataluña. En fin...

¿Y qué pasa con el resto de partidos? Hablemos de ellos. Por un lado tenemos al PP, que hace lo mismo que CiU pero a nivel nacional. La única diferencia son las franjas de la bandera. Uno te recorta en catalán, y el otro lo hace en castellano, a gusto del consumidor ¡Oiga! Eso sí, han de fingir que se llevan mal, no vaya a ser que el elector perciba acomodamiento. Pero si nos atenemos a los hechos, lo cierto es que los presupuestos de la Generalitat han sido aprobados gracias a pactos entre PP y CiU, así como también se han repartido el poder en la sabrosa y suculenta Diputación de Barcelona. Y en otros tantos ayuntamientos. Parece surrealista, lo sé. 

Luego tenemos al PSC, más de lo mismo. Hasta hace dos años gobernaban la Generalitat junto a ERC e ICV. Los famosos tripartitos, qué grandes recuerdos, ¿eh?. No se los recomendaría ni a mi mayor enemigo. El PSC se ha convertido, como CiU o PP, en un partido del aparato, en una máquina clientelar donde colocar a familiares, un partido incapaz de ser crítico con el gobierno de CiU, ya que entre otras cosas, ambos saben dónde está la corrupción. Y ambos son culpables de la situación actual. ¿Se acuerdan del 3%? Nadie quiso tirar de la manta. Un partido en el que ya no se reflejan las clases medias y bajas de Cataluña, ni la gente joven, y que por tanto se nutre de un voto cada día más anciano, sí, "los del Felipe González." Si además sumamos que el candidato, Pere Navarro, tiene el mismo carisma que José Montilla, la tragedia está servida. Suma, en la peor crisis económica de la historia, con la de temas que hay, van y nos hablan de federalismo asimétrico, ¿qué pelotas significa eso? Parece una enfermedad. -¿Qué tengo señor doctor? -Tiene usted federalismo asimétrico. En fin, no voy a seguir con el PSC porque podría escribir un libro.

Luego viene ERC, el socio perfecto por si CiU no llega a la mayoría absoluta. Ellos se entregarán, todo sea por Cataluña (risas). Este partido votó en contra de que se investigara el "caso Palau", el mayor escándalo de corrupción de la historia de Cataluña, según ellos para no "ensuciar la imagen del President." ¡Visca Catalunya! Además de que constantemente le hacen ojitos a CiU, curiosa forma de ser de izquierdas. Y que, como les comenté con el PSC, durante los años que duró el tripartito demostraron su buen hacer político. Nótese la ironía. Y lo mismo podemos decir de ICV, partido que dice ser eco-socialista y comunista, y que sin embargo reivindica los privilegios de los viejos fueros carlistas, es decir, el Concierto Económico. ¡No veas como han evolucionado los comunistas! Pensaba que eso de la solidaridad iba con ellos, pero no, ahí van de bracito junto a CiU y ERC, vuelvo a decir. ¡Visca Catalunya! 

Y entre unos que gobiernan mal, y otros que gobernaron mal antes, se abre un cisma, un grito ciudadano que cada día se está haciendo más fuerte. Un grito que está harto de la partitocracia, de que las entidades bancarias condonen las deudas a los partidos y de una casta privilegiada cada día más alejada de la ciudadanía. Un grito harto de toda la corrupción que inunda el país de norte a sur, sea del PP, PSOE o CiU. Los mismos políticos que se niegan a reformar la ley hipotecaria o la ley electoral, y que salvan a los bancos y no a los ciudadanos, sin escrúpulo alguno. Por eso, en estas elecciones mi voto irá hacia para Ciutadans, porque Albert Rivera además ha demostrado durante estos años su esfuerzo, preparación y trabajo constante, sobra decir que todas las propuestas, sean económicas, de regeneración democrática o de acabar con los desahucios han sido tumbadas  constantemente por CiU, PP y PSC. Y en algunos casos incluso, como en los de corrupción o obligatoriedad de ir con listas abiertas, se unieron todos los partidos sin excepción, por eso hay que darle más fuerza a Ciutadans, para que la voz de mucha gente se traslade a las instituciones y podamos oxigenar la democracia, y además hay que hacerlo en un momento en que nos quieren obligar a decidir si somos españoles o catalanes, como si ambas cosas fueran incompatibles, quieren que la ciudadanía se divida, pero nosotros tenemos que decirles que mejor unidos, porque es mejor la convivencia entre todos, la diversidad de múltiples identidades y de lenguas, y no la imposición que pretenden los nacionalistas. Por eso, espero que Albert Rivera obtenga el mejor resultado posible, cada voto de más (que no a Mas) será un granito de arena para regenerar la sociedad. 

Unos quieren destruir España (CiU, ERC o SI) y otros quieren dejarla como está sin reformar nada (PSOE y PP), demostremos que existe una tercera vía, que existe Ciutadans y que no nos resignamos. Sea como fuere, el 25-N hay que ir a votar. No te quedes en casa.

Apuntes catalanes: Destapando a Artur Mas

jueves, 25 de octubre de 2012


Me cansan los discursos patrioteros, lo admito, no porque sea apátrida si no porque creo que cuando un político mezcla la bandera, los sentimientos y el devenir político de un pueblo lo que está haciendo es distraer al ciudadano, principalmente al más débil y golpeado por la crisis, de los problemas reales y de la mala gestión realizada. 

Esta táctica provoca en muchos ciudadanos un cierto Síndrome de Estocolmo, pues desarrollan actitudes de admiración o casi divinificación a personas que en realidad son los culpables directos de la crisis, pues con sus recortes en educación, sanidad o pensiones, deterioran la calidad de vida de sus ciudadanos. Pero ese ciudadano, desesperado y que lo ha perdido todo, necesita una válvula de escape y ve en la bandera y en el mesías de su líder la salvación y la tierra prometida, el fin de todos los problemas y la eterna realización personal, por eso, ese ciudadano sale a la calle, y lleno de esperanza e ilusión se envuelve en un trozo de trapo llamado bandera y grita las consignas que le dice su amo, el mismo que encabeza esa manifestación y que a la vez hace los recortes. Paradójica situación.

Muchos me preguntaréis. ¿Cómo han logrado eso? Para llegar a ese escenario, el nacionalismo, o lo que es lo mismo, la burguesía del lugar mediante su aparato mediático y propagandístico, ha inoculado al ciudadano haciéndole ver que todos los problemas son culpa del vecino, o de Madrid para ser más explícitos, han inventado un enemigo externo que nunca había existido, han llevado al pueblo a una especie de paranoia persecutoria y les ha dicho a sus ciudadanos que son tratados injustamente, que se les odia, se les insulta y que no se les quiere, y para ello no han dudado en utilizar la más absoluta manipulación mediática y también emocional, ya que han tocado la fibra de muchos ciudadanos con un discurso que mezcla lo místico y lo irracional, y adornado siempre con términos como libertad, derecho a decidir, democracia, independencia, etcétera. Palabras que suenan muy bien para cualquier ciudadano, aunque no sepan lo que significan, pero que son complicadas de rechazar, ya que todo el mundo quiere libertad y prosperidad. El nacionalismo se ha apropiado del lenguaje. 

Expliquemos que significan estas palabras y cómo han sido manipuladas.

-Libertad: Los nacionalistas han conseguido colar al ciudadano la teoría de que la libertad es luchar por una patria o bandera, cuando precisamente es todo lo contrario, la libertad no entiende de banderas o patrias, pues son conceptos artificiales todos ellos, que por supuesto, se les puede tener estima, como se le puede tener estima a un cuadro de Picasso, pero luchar o "dejarte la vida" por una bandera como pretenden los nacionalistas es precisamente el mayor acto de vasallaje y esclavismo, es decir, todo lo contrario a la libertad. La libertad es pensar, leer, escuchar, aprender y el nacionalismo, sea del color que sea, no te proporciona eso, más bien lo contrario, te coloca una venda en los ojos, te proporciona incultura y da consuelo a los estúpidos.

-Derecho a decidir: Artur Mas (CiU) y sus allegados se cubren de gloria cuando dicen con cierto tono de perdonavidas "no tengan miedo a la voz del pueblo catalán" o "el pueblo ha de decidir su futuro" así como frases del estilo. Cada vez que las dicen, admito que se me escapa la risa. Si de verdad Artur Mas creyera en la voz del pueblo habría preguntado si los catalanes estábamos de acuerdo con los recortes en educación, o en sanidad, o podría haber preguntado a los mayores qué les parecía el copago (o repago) de medicamentos. ¿No? Si tanto le importa que el pueblo decida, que hubiese preguntado, pero claro, ahí está la trampa de los nacionalistas, el pueblo solo decide en cuestiones de bandera e identidad, lo demás es superficial para ellos. ¿Desahucian a una familia? No pasa nada, eso no es relevante, lo importante es que la bandera luzca limpia en el balcón y yo estire mi mano con los cuatro dedos alzados, signo de la máxima libertad. ¡Qué pena! Además, hay que hacer un matiz, el derecho a la autodeterminación del que hablan los nacionalistas es un principio que recoge Naciones Unidas para aquellos países que fueron colonizados, ya sean de África, América o Asia, y aquí, por mucho que repitan una mentira mil veces, nunca se ha producido tal invasión ni colonización. Y añado, como bien dice la Constitución, aprobada también por los catalanes, la soberanía recae en todos los españoles, y por tanto cualquier tema que afecte a la misma ha de ser votada por todos, claro que esto Artur Mas no lo explica, y se basa en la voluntad (curioso concepto) como antítesis a las leyes, es decir, que uno actúe tal cual le venga en gana, que la ley puede decir misa. Curiosa (y peligrosa) forma de entender la democracia.

-Expolio económico: Aquí está la gallina de los huevos de oro del nacionalismo, atrás quedan las reivindicaciones culturales, es el momento de sacar a colador el discurso económico aprovechando la coyuntura. Este discurso es demagogo, además de egoísta, ya que asocia territorio y economía, y hay que dejar claro que Cataluña no paga impuestos, quienes los paga son sus ciudadanos, y todos sabemos que no es lo mismo un vecino de Pedralbes que uno de Rubí, pues seguramente el primero tenga una renta muy superior al segundo, así como las preocupaciones del día a día de uno y otro serán muy diferentes. Lo que ha logrado la burguesía del lugar, y me quito el sombrero por ello, es que el vecino de Rubí que está en el paro, insulte al jornalero andaluz, que también está en la penuria económica, en muchos casos este jornalero y el ciudadano de Rubí comparten hasta el mismo apellido, y mientras tanto el de arriba, el culpable de todo, sale completamente indemne de sus recortes, y no solo eso, recibe en muchos casos el apoyo incondicional del pobre vecino de Rubí, que lo aúpa para que cada día sea más rico. 

Ya lo dijo Orwell, al final acabaríamos viendo a nuestros enemigos como amigos, y viceversa. Lo cierto, y siguiendo con el tema económico y fiscal, la mejor distribución es aquella en la que los más ricos pagan más, y no hablo de territorios, si no de personas, así como no hay mayor justicia social que perseguir el fraude fiscal y la evasión de capitales, y por tanto no creo que Convergència i Unió sea el más indicado para hablar de expolio económico, cuando ellos han saqueado instituciones como el Palau de la Música o se han financiado de forma irregular con el sonado Caso de las ITV que afecta al hijo del intocable Jordi Pujol. Lo sé, ahora diréis, entonces ¿Por qué el pobre vecino de Rubí confía en esa gente? Porque para ese pobre vecino, que se ha creído todo el discurso, los Pujol y cía son gente oprimida y perseguida por la perversa España que les hace la vida imposible.

-Identidad catalana: Lengua, historia o sentimientos. Aquí los nacionalistas han manipulado todo lo que han podido, han intentado que los ciudadanos tengan que elegir entre sentirse españoles o catalanes, como si ambas cosas fueran incompatibles. Han utilizado hechos como los de 1714 entre las tropas borbónicas y los austracistas en la toma de Barcelona como una especie de Cataluña contra España, y han dibujado a Rafael Casanova como su mártir. Si ese pobre hombre levantara hoy la cabeza no daría crédito a las cosas que se dicen de él. Es cierto que toda la historia se manipula, seguramente Colón fuera genovés o el Cid un pobre miserable y no un héroe, estamos de acuerdo, pero cuando se utiliza la historia para enfrentar, esta no tiene cabida en una sociedad democrática, y más cuando en aquella época el sentimiento nacional no existía tal y como lo conocemos hoy, los ciudadanos eran simples súbditos de un rey, y este, que utilizaba al pueblo como esclavo, se dedicaba a pelear contra otros reyes para conquistar así territorios. Pues bien, 300 años después los nacionalistas pretenden que defendamos eso. 

Pero hay más, desde los sótanos nacionalistas se cocina la hostilidad contra todo lo que suene a español, en muchos casos incluso se intenta dibujar al castellano como una lengua forastera e impuesta, no negaré que Franco fue hostil al catalán, pero de ahí a decir que el castellano es algo forastero va un trecho. Ese nivel de hostilidad se da en muchos ámbitos, muchos periodistas, políticos o artistas han sido amenazados por discrepar del régimen, y perdonen que lo llame así, pero es que por momentos ciertas actitudes me recuerdan a regímenes del pasado. Y hasta el fútbol, exento de estas batallas también se ve impregnado cuando el periodista de turno de la televisión del régimen, es decir TV3, nos invita a presenciar un Cataluña-España cuando en realidad lo que se disputa es un FC Barcelona-Real Madrid, pero, ¿De qué guindo se habrá caído ese periodista? Desgraciadamente lo hace a sabiendas, busca el conflicto donde no existe, en Cataluña existen aficionados que son del Real Madrid, muchos, y del Espanyol, y de otros equipos, y personas a las que no les gusta el fútbol y también muchos culés, como yo, hartos de que se politice el fútbol. Así como en Madrid hay muchos culés que al oír ese tipos de cosas quedarían muy descolocados.

Así es el nacionalismo, todo nacionalismo, da igual que sea catalán, vasco o español, cuando una sociedad se olvida de los problemas reales, olvida la existencia de clases sociales y olvida de lo que significa la democracia, el debate o la opinión y únicamente vive por y para una bandera o trozo de tierra, esa sociedad está condenada al fracaso, si únicamente te van a valorar por tu catalanidad realmente no merece la pena formar parte de esa sociedad tan simple e ignorante. No me hace falta demostrarle a nadie mi catalanidad, ni tengo necesidad de colocar un trapo en mi balcón, prefiero explicarle a mi vecino lo que significa la prima de riesgo o pelear para que no recorten al colegio que tengo en frente de casa. Además de que el nacionalismo nos sale muy caro, un día escribiré de esto para no extenderme más, pero si dejáramos de destinar dinero a las embajadas y a toda la "construcción nacional" de Cataluña, quizás no habría que cerrar hospitales o pagar céntimos sanitarios, pero lo dicho, no quiero extenderme más en ese tema.

En resumen, si piensas que lo más importante es Cataluña, vota a CiU el 25-N y serás feliz, muy pobre, pero muy feliz. Si por el contrario te importan los ciudadanos, evita darles la mayoría absoluta, y no temas a los tanques, sé que algunos desearían verlos para poder hacerse la víctima, como siempre hacen, teme más por la pensión de tus padres o abuelos, o por la beca que no vas a recibir. Es más importante.

Apuntes vascos: La máscara de ETA

sábado, 20 de octubre de 2012


Hoy hace justo un año, el 20 de octubre de 2011 la banda terrorista ETA anunciaba el cese definitivo de la violencia. La noticia fue recogida con alegría por unos y con cautela por otros, en mi caso y seguramente no será el único, fue una mezcla de ambas sensaciones, alegría lógicamente porque la violencia y la democracia son incompatibles y cautela porque todos conocemos la trayectoria de estos sanguinarios. Lo cierto, y por lo que se leía en la prensa aquellos días, las tres provincias vascas y el conjunto de España respiraron un poco más tranquilas y aliviadas.

Ha pasado solo un año de aquello y muchas preguntas siguen en el aire. ¿Dónde están las armas?, ¿Por qué el brazo político de ETA no condena el daño hecho?, ¿Por qué no piden perdón? Y un sinfín de actitudes que nos hacen dudar más si cabe de la veracidad de sus palabras o si estamos ante un juego de buenas palabras y cinismo dialéctico solo para ser aceptados en el circuito electoral. Todo son dudas y más dudas.

¿Por qué han dejado de matar? La pregunta tiene varias respuestas, la primera y más evidente, por la presión social y policial que no les ha dejado respirar, así como la colaboración entre gobiernos, todo ello, continuado en el tiempo les ha ido reduciendo las posibilidades de atentar, viéndose completamente acorralados. La segunda respuesta, es el rechazo social, los sanguinarios atentados, como el cometido contra el concejal de Ermua (Vizcaya) Miguel Ángel Blanco, crearon un divorcio entre los vascos y ETA, cabe recordar que hasta los años 90 había un importante segmento de población vasca, sobretodo en Guipúzcoa, que apoyaba la lucha armada. Estas han sido las dos vías naturales por las que ETA ha abandonado la lucha armada. 

Cabría añadir un tercer argumento, la conveniencia. En el año 2009 se produce un cambio político histórico en la Comunidad Autónoma Vasca, por primera vez el lehendakari (presidente del gobierno vasco) es de ideología no-nacionalista, o lo que es lo mismo, es la primera vez desde la Transición que el PNV no ostenta el poder. Además, fruto de la política antiterrorista, Batasuna, brazo político de ETA, fue ilegalizada. Esto hizo que ETA solo tuviese un camino, o dejar las armas o no poder participar de sus planteamientos en la vida política. Hay quienes, en un alarde de cinismo, piensan que el fin de ETA es porque Batasuna ha hecho una reflexión interna, pero no se engañen, si han hecho esa reflexión es porque no han tenido más remedio, no había otro camino. La democracia y la valentía de muchos españoles, les ganó la batalla, sí han oído bien, fueron derrotados, ya que con la lucha armada pretendían conseguir sus objetivos, es decir, la anexión de Navarra al País Vasco y el derecho a la autodeterminación para lograr la independencia de Euskal Herria, término inventado y potenciado por el racista y fundador del PNV, Sabino Arana, que engloba al País Vasco, Navarra y sur de Francia, pues bien, a día de hoy nada de eso ha pasado y ETA ha abandonado la lucha armada. 

Atrás han dejado 829 muertos, familias enteras destrozadas, amenazas, extorsiones y decenas de miles de vascos que han tenido abandonar su tierra. Es por tanto una herida complicada de cerrar y que seguramente va a permanecer abierta durante mucho tiempo, los esfuerzos del gobierno de Patxi López (PSE) han sido muy importantes en esta materia, ya sea desde la divulgación de espacios de convivencia a políticas que han favorecido un nuevo clima de libertad, y matizo la palabra libertad, porque los herederos de ETA hablan constantemente paz y no de libertad, ya que para ellos ha habido una guerra entre dos bandos, pero por mucho que repitan una mentira mil veces, eso no se convertirá en verdad, por muchas poses que hagan y muchos gestos de cara a la galería, aquí ha habido unos vencedores y unos vencidos, unos asesinos y unos asesinados, y por tanto no vamos a consentir que EH Bildu y similares, que acaban de incorporarse al juego de la democracia, nos den lecciones de libertad y convivencia.

Habrá que ver el resultado del nuevo Parlamento Vasco, y de cómo se gestiona este nuevo escenario en el que previsiblemente haya una mayoría nacionalista. Si el camino del PNV es el de siempre, es decir, ponerse del lado de los planteamientos que están al margen de la Constitución, dividir a la sociedad vasca y hacer el juego o colaborar con los radicales, estarán favoreciendo y alimentando el resurgimiento de ETA, y entonces, cuando se les acuse de ser cómplices ya no podrán hacerse los ofendidos.

PD: Eskerrik asko Patxi. Egiak ez ditu bi bide.


Apuntes económicos: El banco malo

jueves, 18 de octubre de 2012


Estos días la prensa y la televisión hablan mucho del banco malo, y como sucedió con la prima de riesgo o el bono, estos términos económicos empiezan a entrar en nuestro lenguaje diario. En resumidas cuentas un banco malo es un banco receptor de los activos tóxicos que están en manos de entidades financieras y que muy difícilmente podrán quitarse de encima debido a las pésimas condiciones en las que se encuentran. Esto al cambio serían las hipotecas de dudoso cobro o las operaciones inmobiliarias con carácter especulativo fruto de la burbuja de los años de bonanza. 

Hablando de forma directa, el Estado (es decir, el contribuyente) compraría estos pufos del ladrillo a un precio reducido y se haría titular de los mismos, que luego vendería o cedería para recuperar la cantidad o parte de la cantidad del inmueble, así la entidad financiera estaría saneada y por tanto podría de nuevo entrar en el círculo económico de concesión de créditos, que es uno de los problemas que tiene nuestra economía, la sequía crediticia. 

Pero claro, estas operaciones no están exentas de polémica, ya que el contribuyente está pagando los errores de las entidades financieras, además, en un momento de profunda crisis económica, lo que eleva si cabe la sensación de injusticia entre la ciudadanía que no está en muchos casos de acuerdo con este tipo de decisiones. Lo cierto, sin embargo, es que la mayoría de países del entorno han utilizado esta práctica a raíz del estallido financiero mundial de 2008 donde empezaron a quebrar importantes bancos a partir de la concesión de hipotecas subprime, primero en Estados Unidos y luego en países europeos como Holanda, Alemania o Reino Unido. 

También las empresas inmobiliarias ponen el grito en el cielo, ya que si bien es cierto, muchas han quebrado, las que quedan en pie alegan que esta ayuda del Estado es un gravamen comparativo que atenta contras las normas básicas de competencia.

El tiempo dirá si esta decisión fue acertada o no, lo cierto es que las cantidades que maneja el Ministerio de Economía y Competitividad son de infarto, también porque la crisis inmobiliaria ha hecho más mella en nuestro país que no en otros, se habla de una cantidad que en ningún caso pasaría de los 90.000 millones de euros y que a partir del séptimo año de ejecución del SAREB (nombre que el Gobierno ha dado al banco malo) se notarían los beneficios, también el mismo ejecutivo explica que esto no afectará a la deuda pública (permítanme que lo dude) y que esta nueva sociedad pagará a las entidades con bonos. Muchas incertidumbres y mucha polémica, ya que también los bancos grandes como BBVA o Santander son escépticos, pues consideran que ellos no han inflado tanto sus carteras de patrimonio inmobiliario y no quieren ensuciar su imagen acudiendo a este tipo de sanatorios financieros. 

El éxito o fracaso de este banco malo dependerá de muchos factores. El más importante de ellos, la tasación del valor, si los activos tóxicos reciben un valor superior al valor real, además de una injusticia para el contribuyente, no conseguirían atajar el problema ya que la demanda y la oferta estarían viciadas y por tanto no serían cifras naturales a exigencias del mercado.

Un país sin autocrítica

viernes, 31 de agosto de 2012


De pequeño admito que no me gustaba perder ni a las canicas, no soportaba verme superado por mis semejantes, encajaba una simple derrota en el recreo del colegio como una patada en el estómago, una especie de humillación, no podía ser verdad, alguien me estaba venciendo. Ante eso urgía a buscar una explicación, y lo fácil era buscar factores externos, si me metían un gol la culpa era de la defensa, está claro, y si perdíamos el partido la culpa era del árbitro que había favorecido al rival. Y si estas excusas no eran creíbles me inventaba algo, por ejemplo que ese día me dolía la cabeza. Todo con tal de eximirme de culpa o error.

Por suerte, aquello pasó, no porque haya perdido mi espíritu competitivo, que mantengo intacto, sino porque aprendí a hacer autocrítica a medida que me hacía adulto, buscando siempre mis errores y tratando de corregirlos, endureciendo los puntos débiles y mejorando día a día. Ese ejercicio, complejo pero necesario, todavía no lo ha dado nuestro país, o al menos no lo ha dado la mayor parte de la sociedad. Da la sensación, por los comentarios de la mayoría, que la culpa de esta crisis es del euro, del egoísmo de los alemanes, de los inmigrantes, de los políticos, de los mercados y un largo etcétera. Visto así, uno puede pensar que somos el pueblo más avanzado del mundo, el país más viajado, con más lectores y con más universitarios por habitante, y que lo único que nos falla son dos hombres de corbata que lo han hecho mal, y no, basta decir que esto no es así, y si bien es cierto hay políticos que no han cumplido con su deber, así como banqueros y jueces, lo cierto es que el hecho de que un país esté así es culpa de si mismo.

Y es que muchos compatriotas piensan que los alemanes o los suecos viven tan bien porque tienen mejores leyes o están hechos de otra pasta, y no, las leyes alemanas no distan mucho de las leyes nacionales, entre otras cosas porque las legislaciones europeas cada día son más parecidas entre si, cierto que hay diferencias, pero no son significativas. Tampoco me vale la excusa del bipartidismo, ya que los mismos que se quejan del bipartidismo luego envidian a Francia, el país más bipartidista de toda Europa. Es más, votar a un partido pequeño no te hace más democrático, tampoco menos. Otros culpan a los bancos, sepan que bancos hay en todos los países y que Holanda o Reino Unido han salvado a los suyos, y que los banqueros, como cualquier oficio, los hay honrados y los hay corruptos. Otros dirán que la culpa es de los mercados, ¿Acaso saben lo que son los mercados? Y otros que la culpa es de la Ley del Suelo que aprobó Aznar y continuó Zapatero, seguramente no sepan que es la misma ley que tienen Francia, Reino Unido o Alemania. O que la culpa es del euro, claro, la culpa es del euro y no del sinvergüenza de abajo que te pasó el café de las cien pesetas a un euro, por aquello del redondeo. 

No, no busquen tantos culpables fuera, no traten de tirar balones fuera, si cogen un diario y miran las audiencias televisivas de este país verán que Sálvame y similares son los programas más vistos y si miran el consumo de libros, películas o documentales y lo comparan con otros países, entonces si que se echarán las manos a la cabeza. Ahí verán que la culpa es de un pueblo adormecido, y sin ética alguna, que ha renunciado al patriotismo, pues suena facha y antiguo, para comprar un nuevo discurso egoísta e individualista que solo busca el bien personal, el disfrute desfasado las veinticuatro horas del día, importándole un pimiento lo que le pasa al vecino o si talan doscientos árboles en un espacio protegido, y todo ello sumergido en una borrachera de estupidez, hasta que un día se despierta de ese sueño, y entonces se da cuenta que está mal y que no está capacitado para salir del pozo en que se ha metido. La verdad que me apena ver a mi país así, sumido en esta bajeza cultural y moral. Miren una noticia al azar del diario deportivo Marca, del estilo "Messi es mejor que Cristiano" (o al revés) y verán discusiones y peleas, orgullos y desencuentros, como si la vida fuera en ello, luego vean una noticia de actualidad o corrupción, en El País por ejemplo, no verán la mitad de comentarios, parece ser que hablar de eso aburre, y claro, en este país, o algo es gracioso o no tiene futuro, no sé como Chiquito de la Calzada no ha salido presidente todavía. ¿De verdad creen que un país como el nuestro va a alcanzar a Alemania con este nivel de exigencia política y cultural? ¿Lo creen en serio? Pues ya les digo que son muy ilusos.

El otro día leía comentarios de simpatizantes del 15-M, con el cual simpaticé y participé en sus inicios, y la verdad que me avergonzó el nivel de lo que allí leía, no solo por las faltas de ortografía, caso a parte, sino por los comentarios de la gente. El titular rezaba "¿Para qué sirven los diputados?" Y la masa desesperada cargaba a insultos y gritaba que no servían para nada, que se tendrían que salir todos y que llegara uno que pusiera las cosas en su sitio. Comprendo que haya desesperación, pero nunca la desesperación ha de mezclarse con actitudes totalitarias, pues así nacen todas las dictaduras y frustraciones nacionales, y les recuerdo que somos ciudadanos y que tenemos que ejercer como tal. Esto en parte, explica que hoy tantos predicadores y tantos políticos estén forrándose, pues aprovechan la conjetura para lanzar mensajes casi mesiánicos a un pueblo desesperado, poco ilustrado y que busca una válvula de escape. No hay más que ver el auge de partidos nacionalistas o de extrema derecha, que culpan siempre al vecino o a los de fuera, o la cantidad de economistas de boquilla que dicen tener la solución solo por haberse matriculado en ESADE. 

Temo que todo acabará mal y que los que padecen fobia a la cultura, a la crítica y al pensamiento se harán cada día más fuertes, ya que "como hay crisis" está prohibido pensar, solo vale tirar piedras al más puro estilo troglodita, eso sí, luego queremos ser como los alemanes. ¿Ahora entendéis por qué desde fuera no se fían de nosotros? Un poco de autocrítica, y saldremos de esta. Solo un poco.

Medallas y poder

lunes, 6 de agosto de 2012


Dicen que los Juegos Olímpicos son mucho más que una competición deportiva, y razón no les falta. Seguramente la semántica popular se refiere a éstos como una competición que une a los mejores, que confraterniza a los pueblos y que exhibe unos valores como el esfuerzo o el sacrificio. Puede ser. Pero yo les hablaré hoy de la vertiente menos bonita de la acepción, es decir, de la utilización política de los juegos olímpicos y del rol de influencias mundiales.

Se supone, que independientemente de la renta por habitante o de la riqueza de una país, el nivel deportivo no tendría que verse afectado, pero es sabido, que esto no es así, y que a medida que un país ha logrado una progresión económica su medallero ha ido creciendo, por contra, aquellos lugares que han perdido fuerza en lo económico también han reducido sus metales. Nada por tanto tienen que ver los juegos modernos con aquellas primeras olimpiadas que se disputaron en Atenas el año 1896

Vayamos a los ejemplos prácticos, y empecemos por uno reciente. China, el gigante asiático, este país no participó hasta el año 1952 en Helsinki por temas políticos, y ha faltado a varias citas por los mismos motivos, pues bien, este país que rondaba las 30 medallas en los años ochenta, creció hasta las 50 medallas en la década de los noventa, a medida que su economía se expandía. En la década de los 2000 se alcanzan las 60 medallas, y en Pekín 2008, celebrándose por primera vez en China unas olimpiadas, supera la barrera psicológica de los 100 metales. Es evidente que la progresión es claramente ascendente. También lo es en países vecinos de progresión económica similar como Corea del Sur. 

Por contra, veamos el ejemplo de la Unión Soviética, este bloque de países pasó de 70 metales a mediados del siglo pasado, hasta situarse sobre los 100 a partir de los años setenta, y logrando superar esa marca a partir de la década de los ochenta, logrando incluso rozar las 200 medallas cuando los juegos olímpicos se celebraron en Moscú en el año 1980, no exentos de trifulca política en plena Guerra Fría. Es importante añadir que los países que no eran de la URSS pero estaban en la órbita de influencia, como Rumanía, Polonia, Checoslovaquia, Yugoslavia o Hungría tuvieron una evolución similar, viviendo un declive a partir del colapso de la URSS del año 1991, aún así, si sumáramos los países de ese bloque habrían ganado todas las olimpiadas desde 1992 hasta hoy, sin excepción y además holgadamente, lo que demuestra que la herencia todavía persiste, fruto de aquel pujante desarrollo económico y social.

¿Y qué pasa con los Estados Unidos? El medallero es también un reflejo de sus periodos económicos y políticos. A inicios del siglo XX el país no había llegado nunca a las 100 medallas, era un periodo donde todavía no habían alcanzado el rango de primera potencia clara, debido a la fuerza de Europa, no fue hasta el año 1932 en Los Ángeles, donde se alcanzó la cifra de los 103 metales, sin embargo en las siguientes, en Berlín 1936, sucumbió, debido al ascenso de la Alemania nazi que jugaba en casa. Tras acabar la Segunda Guerra Mundial, con una Alemania destrozada y tratando de recuperarse, los países vencedores de la contienda se reparten los metales, venciendo siempre Estados Unidos y logrando países como Suecia, Francia o Reino Unido un importante trozo del pastel de metales. Helsinki 1952, Melbourne 1956 y Roma 1960 son una continuación de lo sucedido en 1948 en Londres, Estados Unidos vence, pero sin pasar nunca de los 100 metales. En Tokio 1964 se empieza a polarizar el ambiente, al tiempo que Japón comienza también a emerger, en estas olimpiadas se produce casi un empate entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Desde entonces, hasta los años noventa, las olimpiadas son un combate entre americanos y soviéticos que siempre están sobre la marca de los 100 metales, con varios boicots de por medio e incidentes como los atentados contra la delegación judía en Múnich 1972. Mientras que los países del bloque oriental como Alemania del Este o Polonia suben de forma acusada, la Europa occidental va perdiendo peso lentamente, la polaridad de los dos bloques y la pérdida de peso demográfico pasan factura al viejo continente. Desde la caída del comunismo hasta el año 2008, Estados Unidos siempre ganó y siempre estuvo sobre los 100 metales, sin sobresaltos, claro que como dije anteriormente, si sumáramos los países la extinta Unión Soviética la clasificación hubiese sido bastante diferente, ya que siempre hubiesen copado el medallero sobrepasando además las 150 medallas.

Ya por último, haciendo un repaso a nuestro país, España es también el reflejo de la situación económica y de nuestra propia idiosincrasia nacional. Siempre en una horquilla marginal de 0 a 2 metales durante el siglo pasado hasta los años ochenta, donde aumenta la horquilla hasta un valor de 5-6 metales, llegando a la actual horquilla de 10-20 medallas y alcanzando el récord histórico de 22 en Barcelona 1992. No hace falta explicar los motivos de esa evolución, pues hasta finales de los setenta España vive anclada en un régimen completamente aislado del exterior, y es desde entonces, cuando empieza una transición política y económica, a diferentes fases, pero continuada hasta hoy, que emerge el medallero. 

Por desgracia para los nuestros, tras la crisis económica que nos está azotando, las previsiones para Londres 2012 no parecen muy halagüeñas, unas olimpiadas que serán un duelo entre americanos y chinos, donde los primeros querrán mantener la hegemonía frente a los segundos que querrán arrebatársela, casualmente, un paralelismo de la actual situación mundial. Entre medio habrá una bajada de los países europeos, que lentamente se consumen desde hace décadas, quizás con una leve subida puntual del Reino Unido, ya que el factor de jugar en casa siempre da ventaja, y pocas novedades más, un auge moderado de países de América y África. Y como no, cada día más participantes femeninas y menos participantes de raza blanca, en definitiva, una fotocopia de la sociedad actual.

Y a pesar de todo, de la cara menos deportiva de los juegos, la ilusión y la magia siempre aparecen, la competitividad nos deja momentos como los récords de Phelps o las zancadas imparables de Bolt. Así son las olimpiadas. ¡Disfruten de los juegos!

Sonríe por encima de tus posibilidades

miércoles, 1 de agosto de 2012


Se ha puesto muy de moda en el lenguaje político, mediático y económico esa fábula de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, como si la posibilidad en si fuera un objeto cuantificable y calculable. Lo que si parece más claro, y aquí hago las veces de observador, es que cada día se sonríe menos y se sonríe peor, ergo, hay una bajada cuantitativa y cualitativa, por tanto estamos sonriendo menos de lo que deberíamos, pero claro, aquí ni el FMI ni el BCE nos van a recomendar que sonriamos más, ni nadie nos va advertir de esa carencia.

¿Por qué sonreímos menos? La explicación es muy sencilla, hemos vinculado nuestra felicidad a objetos cuantificables en términos monetarios, hemos hecho de la posesión un placer y hemos apartado los gestos afectivos, la asociación entre personas y los actos altruistas a una segunda división en nuestras vidas, esto ha hecho que durante tiempos de bonanza, todos fuéramos felices y que de repente, una vez finalizado ese sueño y sustento material, todos hayamos entrado en depresión, tristeza y ofuscación.

Pero, ¡Alerta! Que diría el crítico televisivo Ferran Monegal, esta perversión humana no ha surgido de la noche a la mañana, ni mucho menos espontáneamente, hemos llegado hasta este escenario porque entre todos hemos ido desarrollando desde pequeños unos valores y una ética que distaban de lo moralmente correcto y humano, y hemos asumido una prostitución en nuestro código deontólogico como nunca antes se había hecho, sumado claro, a que el ser humano es ya de por si imperfecto e instintivo. Hemos reducido por tanto la felicidad a muy pocas cosas, y hasta el amor hoy día se ha llevado a unos límites completamente artificiales, guiados por las principales cadenas de consumo y los medios de comunicación. 

Sólo nos preocupa lo nuestro, no tenemos conciencia de vivir en sociedad, salvo cuando vamos a votar y todos "queremos cambiar el país" o cuando desde la barra del bar, muchas veces en estado de embriaguez, nos envalentonamos. Hemos convertido al ser antisocial que se monta en el metro con sus auriculares y no dice ni pío en nuestro referente social, en cambio, ese hombre mayor que se sienta a nuestro lado y trata de entablar una conversación, lo hemos elevado a la categoría de abuelo pesado que nos da la barra, cuando no nos damos cuenta, pero quien realmente nos da por saco es un modelo de sociedad y unos valores prefabricados que nos empujan hacia un precipicio de insolidaridad, egoísmo y poca humanidad, aderezados con mucho circo de por medio para que vivamos entretenidos y pensemos que realmente somos felices. Hemos minusvalorado el arte, el placer de estar una tarde devorando un libro, la necesidad de compartir momento con otra persona o el simple hecho de sumergirse en un bosque y vivir un poco la naturaleza en lugar de ver tantas luces y tantos logotipos al grito de "Compre, compre" o "Estamos de oferta." 

Está claro que nuestra felicidad vendrá determinada por nuestra ética, es decir, por tener la capacidad de discernir de lo que es realmente importante y lo que es irrelevante, de valorar aquello que tenemos en el campo afectivo y de saber cuidarlo, de tener una actitud crítica frente a la vida y de no ser simples borregos que siguen a la masa. De responder al odio, valor muy en alza en sociedades enfermas como la nuestra, con proposiciones positivas, haciendo que al final el odio pierda su valor, ya que no lo olvidemos, en nuestra sociedad actual, quien odia se le tiene en consideración pues es como el más "rebelde de la manada" en cambio quien actúa con moderación y responsabilidad no se le hace mucho caso, pues no hace tanto ruido y por tanto eso no vende, ejemplo claro, de que la sociedad de hoy ha perdido el sentido incluso a la hora de convivir y es un auténtico Show de Truman. De hecho, os contaré un secreto, si yo no tuviese ética ni valores y quisiera ser rico (económicamente hablando) me aprovecharía de esta sociedad enferma y escupiría odio, de forma inteligente claro, para que así se me escuchara y de esa forma podría hacer algo de dinero, pero mira que raro soy, esa hazaña no me motiva.

Si piensas que tu felicidad depende de cantidades monetarias o de si sube o baja la prima de riesgo, ya te lo aviso, va a ser complicado que seas feliz. ¡Ética! Es lo único que pido, sólo un poco de ética, con eso, podrás lograr sonreír por encima de tus posibilidades, que falta hace y que por cierto se contagia.

¿Miedo a volar?

lunes, 30 de julio de 2012


-Pasajeros del vuelo con destino a París, pasen por la puerta de embarque.

Suena de lejos por la megafonía del aeropuerto una correcta voz que nos indica que ha llegado nuestro turno. Hora de emprender el vuelo. Y entonces ahí surgen muchas dudas, ya sean los nervios de no saber donde ir, la incertidumbre de lo que vendrá o el simple regomello en la barriga fruto de las turbulencias.

Surgen ahí las dudas sobre nosotros mismos y nuestras capacidades, si estaremos a la altura, y no hablo de latitudes, o si daremos todo aquello que esperan de nosotros, mostrando nuestras debilidades, miedos y defectos. En la puerta de embarque estábamos muy cómodos, es cierto, con una apacible música clásica de fondo viendo como aterrizaban y despegaban aviones, café en mano y diario, y el confort de unos sillones de esos que no venden precisamente en IKEA, pero llega un momento de la vida en que tenemos que decidir si coger nuestro vuelo y experimentar nuevas sensaciones o quedarnos en tierra, como una estatua, consumiéndonos lentamente.

Porque hay viajes que sólo pasan una vez por nuestra vida, y no podemos dejarlos escapar, es el momento de construir nuestro viaje y asumir lo que en él pueda suceder, arriesgar y aceptar que no todo será un cuento de príncipes y princesas, pero hay que tener la valentía de dar el paso, ya que tenemos la expectativa de que ese despegue nos llevará a una felicidad que anhelamos. Es más, habrá cosas que no esperábamos y nos lleven a sorpresas positivas, y otras, seguramente negativas, compensando por tanto la balanza, pero lo importante es que ese vuelo lo cojamos juntos y tomemos asiento, pues es ahí donde todo empieza y no en el sillón de la puerta de embarque, que de tan cómodo que es puede provocarnos hasta sueño.

¿Y por qué miedo a volar? Respuesta fácil de explicar, pero complicada entender. Tenemos miedo a volar porque hay factores que no dependen de nosotros, y tememos que esas alas fallen, o que ese motor se quede parado, por mil razones, a pesar de que antes hayamos visto como funciona y hayamos tenido intensas sesiones de aprendizaje, siempre a la hora de la verdad, aparece la metafísica del miedo, la parcela de la inquietud y la pared que crea nuestra propia mente. Nos han contado de vuelos que acabaron en tragedia, y quizás hasta conozcamos alguno cercano, de ahí nuestra fobia, pero tarde o temprano, tenemos que volar, así que dejemos los miedos y las distancias ad eternum y emprendamos el camino que nos acerque a lo que realmente somos. 

-Listos para el despegue. Solicito pista. 
-¡Adelante!

Que la bruma no te impida ver el camino

lunes, 9 de julio de 2012


Hay veces que en mitad del camino, en el ascenso a lo más alto, nos desorientamos por las inclemencias del tiempo, ya sea por una tormenta que nos hace ponernos a refugio, o por una profunda y espesa bruma que hace complicado nuestro avance, hay que entender que nunca los caminos de la vida son fáciles y que muchos factores no dependen de nosotros, si no que ya nos vienen dados por motivos que no podemos explicar.

Lo importante es la convicción personal, las ganas de seguir avanzando en ese camino, muy a pesar de que haya que trazar caminos alternativos o que el final del mismo parezca imposible, la clave es no sucumbir y confiar en uno mismo, aquel dicho de "quien la sigue, la consigue" que dirían los más ancianos del lugar, sólo con el ímpetu y la decisión de vencer se acaba venciendo, y ningún factor externo, sea lluvia, niebla o bruma, nos podrá empujar para atrás. Es cuestión de confiar y ser fuertes.

Sé, que lo fácil es tirar la toalla o volver atrás pensando que ya no vas a avanzar más, o incluso la desmotivación de pensar que el esfuerzo no merecerá la pena, pero todo eso forma parte de un círculo de pesimismo creado por nosotros mismos, ya que trazamos un guión y éste no siempre se cumple tal cual lo habíamos planeado, pero no importa, recuerda que para llegar a esa meta siempre habrá diferentes caminos, caminos que incluso serán  mejores debido a que son imprevistos.

Que no te confunda la niebla del camino, tú y yo sabemos que en lo más alto nos vamos a poder ver, tocar y sentir, y nadie más lo sabe, pero no importa eso, la cuestión es ser valiente y que los estados de ánimo o la ausencia que pueda haber por momentos no caiga como una losa sobre nosotros y nos haga dudar, porque como dije antes, el camino nos llevará a la felicidad, sigamos pues en este bonito ascenso que nos hace felices.

-Mira al fondo, estoy aquí.

¿Se acabó la música?

jueves, 31 de mayo de 2012


Quizás fue efímero, dicen que lo bueno dura poco, o quizás es que no bailé con la suficiente fuerza y perdí el compás del ritmo. O Quizás es que me imaginé que juntos bailábamos y en realidad todo eran fantasías mías, no lo sé, ando perdido en la pista y todo es un mar de dudas que me inunda y que a la vez me hace verlo todo de forma pesimista, si no veo en ti esa pasión en el paso mi coordinación también se lastra y el baile se acaba, me gustaría estar equivocado, me gustaría poder bailar y llegar hasta la final con los mejores pasos, pero esa gesta puede ser papel mojado, ya que quizás donde vi a una pareja de baile en realidad lo que había era una melodía muy corta.

Me inunda el pesimismo y las dudas, me ilusioné y luego me desilusioné, tal vez fui lento y no luché por aquello que quería, o no supe dar las notas que sus oídos querían sentir, tampoco es el momento de ver en que fallé, seguramente no sea hábil para esto del baile, quizás no resulten atractivos mis giros, o no muestre la pasión que el escenario requiere, pero parece que mi nula competencia para ello me dejan sin pareja de baile, o directamente me complican el camino hacia algo en lo que creía posible.

No valgo para esto, necesito ver en ella síntomas para seguir bailando, quiero seguir aprendiendo, pero supongo que ella no quiere estar todo el día enseñándome, al alumno que no aprende, al alumno que no da el paso y se conforma, si no veo en ti el brillo de los ojos y las ganas de seguir la música yo no me veré con fuerzas para seguir, y me iré consumiendo y alejando de la pista, dejaré de ser el protagonista que siempre soñé y me conformaré con ser un mero espectador más que ve como algo que pudo ser y no fue.

Quizás esté equivocado y queda música para rato.

Lágrimas de reflexión

miércoles, 25 de abril de 2012


No se notan. No las notan. No se escuchan al golpear contra el suelo, pero están ahí. Son las lágrimas que caen por dentro fruto de la impotencia del momento, de no ver una luz al final de un oscuro túnel y un letargo que parece no tener fin. La debilidad es para los débiles, valga la redundancia, por eso no ficho en ese menester, seguramente me iría mejor en ese bando, pero la vida no ha querido darme esa virtud (o defecto) así las cosas, ejerceré el papel que siempre he sabido hacer mejor, el de coronel que parece impasible al daño, mientras los soldados se están desangrando en el campo de batalla.

Pero los generales y legionarios también lloran, lo hacen a espuertas, dentro de la comandancia general y lejos de los focos del combate, y no por ello las lágrimas son menos intensas, ves como la batalla se presenta dura, ves caer a quienes han dado todo por ti, y te hundes cada día más en un cerco similar al de los numantinos en pleno acorralamiento romano, donde te consumes, y donde desgajas a días, los pocos actos de lucidez que parece mantienes, pero al tiempo tratas de no resignarte y esperas que por obra del señor, magia o milagro la situación se invierta, y la batalla de un giro.

No lo sé, mis estrategias se congelan, me va quedando poca munición y en la trinchera el frío empieza a llegar, ya no veo el combate desde arriba como antaño, ahora tengo que imaginar como va la guerra, ya no controlo ni a mis soldados rasos, me aferro a clavos ardiendo y hago de cosas simples auténticas virtudes, no lo sé y no lo sé, las dudas me corroen, pero aún así me niego a mostrar mi debilidad, la esperanza es lo último que se pierde, así que prefiero contribuir, aunque sea de forma falsa a dar síntomas de fuerza y energía a mis soldados, para intentar remontar esta guerra que parece difícil, no os preocupéis, en mi rostro no hay lágrimas, quizás si en mi corazón, pero da igual, fui entrenado para batallar y ahora no puedo perder ya la guerra.

Quizás se han perdido batallas, pero lo importante es ganar la guerra, cambiemos esas lágrimas de pena por lágrimas de alegría, marquemos unos objetivos realistas a corto plazo y vayamos paso a paso, sin que la prisa ni la desesperación nos haga gastar más balas.

Porque sobran motivos para no tirar la toalla, que siga el combate.

Tienes la llave

lunes, 2 de abril de 2012


Es curioso, el ser humano puede conocer mundos nuevos o explorar si hay vida en marte, pero es incapaz a veces de conocerse a si mismo. Quizás la doctrina de pensamiento actual nos ha llevado al resultado de que conocer lo ajeno es más interesante que conocer lo propio, o quizás forma parte de la naturaleza intrínseca del hombre, como especie.

Me fascina saber, que incluso en las profundidades de lo desconocido, en la telaraña de pensamiento que uno cree conocer, allí dentro, alguien puede llegar, y entender mejor los mecanismos del cerebro que la propia persona en si.

Será que los seres humanos aprendemos en base a observar detenidamente las conductas y en intuir posibles movimientos, será que quien ha recibido más golpes a la lo largo de la vida tiene más capacidad de predecir por donde se adelantarán los movimientos, o será un mero don que no alcanzo a explicar. Sea como fuere, que diría el cervantino más aguerrido, hay días en los que alguien te sorprende, en los que creyendo haber dominado a una persona, te das cuenta que en realidad el dominado eres tú, no hablo de una pelea de egos, no hablo de un combate de personalidades, hablo de domino afectivo. Antaño se utilizaba la espada para marcar el territorio, o la voz, para decir que estabas allí, pero hay un arma más sutil, más directa, y que llega a lo más profundo, ese arma es el corazón, y al parecer, la numeración de mi caja fuerte, que parecía indescifrable, ha sido abierta, con sutileza, de forma suave, sin hacer ruido, pero el sonido del candado golpeando a la polea de la puerta y de la clavija denotan que esa apertura se ha producido, y que por mucha protección o doble candado que ésta posea, la verdad es quien sabe abrir tu corazón lo hará.

Tienes la llave, y lo mejor de todo es que me fío de que tengas la llave, porque sabes abrir la puerta cuando conviene, y sobretodo, sabes guardarla a buen recaudo. Utilízala como sabes, la puerta está abierta para ti, sé que tienes muchas llaves, pero el hecho de que sobretodo quieras abrir una puerta en concreto hacen que esa puerta está más abierta para ti, sólo te falta entrar. ¡Adelante!

No le tengas miedo a navegar

jueves, 16 de febrero de 2012


Hay momentos en la vida en que toca emprender un viaje hacia delante, tarde o temprano nos vemos empujados a construir nuestro barquito de papel y adentrarnos en la mar. La aventura es apasionante sin lugar a dudas, pero comprendo que al principio pueda existir preocupación y cierta incertidumbre a lo desconocido, pues desde nuestra plácida orilla tenemos miedo a que un fuerte oleaje nos lleve por delante.

Pero la historia la escriben los valientes, el nuevo mundo fue descubierto por la ambición de unos conquistadores que se dispusieron a zarpar desde tierra firme, quienes creyeron en si mismos y aceptaron retos, y es que en eso consiste la vida, en montarse en un barco y aprender a remar, aprender a escoger nuevos caminos y rutas y llegar a un nuevo puerto donde poder parar y reflexionar y al mismo tiempo poder contar nuestras vivencias en alta mar. La responsabilidad de ser nosotros quienes conducimos y hacemos nuestro trayecto, quienes diseñamos nuestro barquito y elegimos como remar, y que a su vez nos hace más fuertes.

Sé que no existe un guión de navegante y que muchas veces dejamos en tierra pertenencias y cosas valiosas, pero esos seres queridos, si de verdad lo son, van a estar ahí y nos van a desear un feliz viaje, pues van a asumir que nuestra pasión es emprender un nuevo horizonte y que ello nos reporta la felicidad. 

Reconozco que en mitad de la mar, cuando giras la cabeza y ves a lo lejos la orilla desde la que zarpaste, puede que unas lágrimas salgan de tus pupilas y nublen tu vista, pues añores tiempos pasados, pero la fuerza de mirar hacia delante y ver que ahí te espera un lugar mejor, tiene más fuerza y sólo el tiempo disipará tus dudas. Es ahí cuando verás que ya no hay vuelta atrás, que estás siendo partícipe de tu historia y que el placer de remar en libertad es algo a lo que ya no querrás ni podrás renunciar.

No dudes, el corazón te lo dicta y lo sabes, no pidas suerte ni enciendas velas, es cuestión de creer en uno mismo, es cuestión de orientar el barquito y avanzar lentamente, de demostrarte y demostrar tu valía. Lo que te espera es fabuloso, es un libro en blanco que empiezas a escribir, un libro blanco que se llama vida y que estoy convencido que dará para muchos volúmenes. Sueña, piensa, imagina, crea y dibújalo en ese libro. Hazlo realidad.

Sonríe como sabes hacerlo, con optimismo y adelante, sal a comerte el mundo. ¡A navegar!

¿Chantaje emocional? Véncelo

martes, 14 de febrero de 2012


¿Qué es el chantaje emocional? En resumidas cuentas, es la acción por la cual una persona se somete a las órdenes de otra bajo el pretexto de posibles consecuencias, que van desde la agresión física o verbal a otras acciones menores, como la posible entrada en una soledad afectiva.

El chantaje emocional, que es una de las prácticas psicológicas más extendidas se da por la conjunción de dos factores, la debilidad de quien lo practica y la servidumbre o esclavitud, de quien lo recibe, soy consciente de que salir de ese círculo vicioso a veces es complicado, ya que como dije anteriormente, quien ejerce el chantaje te ofrecerá unos objetivos tentadores a largo plazo, a los cuales el sometido no podrá decir que no, ya que éste para entonces habrá caído en su juego.

¿Por qué caemos en el chantaje? Hay muchas respuestas, pero creo que sólo una es la certera, y es el hecho de caer en la autcomplacencia, de pensar que sin esa persona nuestra vida no va a tener sentido y de creer que lo poco que tenemos es gracias a él o ella, y que por tanto, aun sabiendo que lo que tenemos no es bueno, nos conformamos pensando que sin esa persona quizás todavía sería peor. Pero vivimos engañados por una venda que cubre nuestros ojos, ya sea por inmadurez, por falta de reflexión o porque no hemos vivido las suficientes experiencias amorosas para saberlo, pero yo, que soy gato viejo en la materia, les aseguro que es tan fácil como dar el paso, saber romper con aquella persona que no te conviene y que te impide realizarte como persona  y conocer nuevas experiencias, puede parecer complicado, sobretodo al principio, y la presión es importante, incluso es posible que la otra persona no lo acepte de primeras, pero permítanme que sea algo egoísta, primero somos nosotros, y luego los demás. Es una máxima a saber.

Si quien me lee ha vivido una situación así sabrá de lo que hablo, si quien me lee está viviéndola ahora, hágame caso, hágale saber a esa persona que ya no es de su conveniencia, que pueden seguir siendo amigos si hace falta, pero que tu vida no tiene esposas ni mordazas, si das el paso, vas a tener las puertas abiertas de par en par pues la gente se va a fijar en ti, y van a valorar que seas una persona independiente y con capacidad de decidir en el día a día, vas a poseer personalidad, y eso, no sólo desde mi punto de vista, sino desde una óptica global, es muy positivo. No dudes de que esto que digo es cierto, ves con quien te hace sonreír y no con quien únicamente te hace reír de vez en cuando.

Que no te vergüenza, tienes un montón de cualidades, lo sé yo, y lo sabes tú, no has de romper con todo el pasado, no has de olvidar tampoco lo vivido, sólo corregir aquello que te impide avanzar y pasar página, pasar una etapa y entrar en una fase mucho mejor, hazlo y te sentirás mejor.

Sé que luego dirás, "Daniel tenías razón, mereció la pena, pues no podía seguir viviendo así." Da el paso, no tienes nada que perder.

La actitud de sonreír

jueves, 19 de enero de 2012


Es cierto que los seres humanos no somos todos iguales, ni exteriorizamos nuestros sentimientos de igual manera, sea por la timidez o por el carácter de cada uno, pero en algo si que nos parecemos, sonreímos y estamos condenados a ello.

Si se han fijado, he empleado el verbo sonreír y no reír, ya que éste último es temporal, como un estallido, mientras que el primero es más profundo y más sentimental. Hecha esta pequeña salvedad os planteo y me planteo una pregunta, ¿Cuántas veces habéis sonreído sin tener ganas? Aunque sea con el fin de contagiar a una tercera persona. Seguro que muchas, pues a veces las palabras a un ser querido que lo está pasando mal se quedan cortas, ya que todavía ni la ciencia ni la psicología ha conseguido llegar ahí, hay por tanto emociones que transmiten más que un seguido de vocablos y semántica, y es que la actitud de sonreír en momentos difíciles o inciertos de nuestra vida es un bálsamo que puede ayudarnos a nosotros mismos y también otras personas.

Sonreír es una actitud, es un primer paso para que todo salga mejor, es muchas veces ese punto que nos impulsa en el día a día para hacer cosas que serían más aburridas, desde coger un libro, una pesa o afrontar un problema familiar, y es cierto, que aunque la sonrisa sea forzada, siempre será mejor ésta que no la tristeza, la cual tiene también la capacidad de apropiarse de nosotros y hacernos ver que todas las nubes que hay fuera son grises cuando en realidad no lo son.

Les reconoceré, a modo de debilidad, que aunque hubo momentos en los que pude llorar por dentro, preferí exteriorizar una sonrisa, pues así, pensé (no sé si bien o mal) que ayudaría a crear un mejor entorno a mi alrededor y que por efecto rebote se me contagiara, utilizando así la sonrisa como un escudo y al mismo tiempo como una depuradora, por donde canalizaba mi tristeza. Entiendo que quizás no sea bueno ya que es una forma de ocultar sentimientos y de engañar, pero hay quienes nos gusta adoptar roles de héroes, en el sentido más positivo y menos prepotente de la expresión.

Es más, pondré un ejemplo "típico y tópico", que diría mi profesor de Contabilidad de la Universidad Autónoma de Barcelona, afrontar el final de una relación de noviazgo, esa batalla psicológica, en la que estamos perdidos y nos hundimos pues somos incapaces de ver más allá, y no nos damos cuenta, que con nuestra tristeza y nuestra falta de actitud, estamos alimentando a que la otra persona se sienta más orgullosa de su decisión y piense "Hice bien en dejarlo, está amargado y no me conviene" y al mismo tiempo estamos perdiendo el tiempo pues no nos damos cuenta que mientras sigamos estando infelices no vamos a encontrar a nadie capaz de reemplazar a la antigua pareja, nadie se va a fijar en nosotros y si lo hacen, cuando nos conozcan en profundidad, no le vamos a levantar el interés, ya que no sonreiremos, sólo reiremos en momentos puntuales.

¿Quieren otro ejemplo? El mundo laboral, sé que puede desesperarse sino encuentra el empleo, y sé que ello le lleva a unos problemas anímicos y como no, económicos, pero sonría, sonría mucho y piense que usted y los suyos están por encima de todo eso, escriba, lea, piense y trate de disfrutar de placeres que no le amarren a tentaciones materiales, conózcase más a si mismo y genere un círculo vicioso que tenga como único resultado el hacerle sonreír, ya verá como sin darse cuenta todo le saldrá mejor, y no porque sea físicamente mejor que hace meses, sino porque estará desprendiendo una sustancia invisible que cautivará a terceras personas, desde el entrevistador laboral hasta su entorno de amistades, pasando por un mero transeúnte que pase por la acera y que notará su felicidad al rozarle.

Sonrían, es gratis y se harán (y nos harán) un favor a todos, porque siempre hay motivos para hacerlo.

 
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