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SportDay: Porque toca hablar de fútbol

jueves, 15 de diciembre de 2011


El fútbol es una de mis pasiones, quizás irracionales, pero es bueno que haya un poco de irracionalidad en un mundo "aparentemente" racional, nótese el entreomillado. Sé que muchos críticos dirán que el fútbol es un negocio, que es el opio del pueblo y tantas otras cosas, pero también es cierto que el fútbol nos humaniza, nos enseña valores como trabajar en equipo, aceptar las derrotas, saborear los triunfos y el esfuerzo diario y constante. Aprendemos a crecer jugando a fútbol y maduramos. Quien desde pequeño ha vivido el fútbol como una religión sabe de lo que hablo y por eso dejaré de tratar de explicar, algo que, perdonen mis lectores, es imposible de explicar, pues el fútbol va más allá de una mera definición de diccionario. Lo único que puedo afirmar es que si hacemos una balanza de las cosas positivas y negativas que nos da el fútbol, ésta se inclinaría y de forma sobrada hacia el lado positivo.

Así, sin más dilaciones, anuncio que a partir de ahora colaboraré como redactor en SportDay.es, una aventura deportiva de la que me siento plenamente partícipe, y es que no todos los días se tiene la suerte de poder participar en proyectos de esta envergadura, rodeado de un genio del fútbol como Denis Ztoupas, quien me ha invitado a colaborar.

Como ven, se me multiplica el trabajo en la en la red, pero os aseguro que tendré tiempo y apuraré si hace falta los 90 minutos y hasta el tiempo de descuento con tal de poder seguir escribiendo y reflexionando con vosotros, mis lectores, y conmigo mismo, todo sea dicho. ¡Sean bienvenidos!

Sexo con chocolate

martes, 29 de noviembre de 2011


Entré, hacía frío allí dentro, apenas había luz, el tenue resplandor entraba por la ventana y rebotaba en la planicie de la vieja madera, sonó la puerta al cerrarse, sinónimo de que ella también había entrado, todo pasaba rápido, el reloj se movía a velocidad de vértigo, comenzó a subir la temperatura y nuestras prendas caían al suelo, tenía ganas, la gula no me reprimía. Sus brazos reposaron sobre mi espalda y mi pantalón vaquero cayó por completo al suelo, empezaba la música, aunque todavía sin una sinfonía clara, no nos dijimos nada, pero nos estábamos diciendo todo, se acabó la formalidad y llegó el momento de probarnos, la respiración y nuestra sonrisas empezaban a coger forma y el ambiente nos incitaba a hincar el diente al exquisito manjar.

Ausculté sus palpitaciones, iban en aumento, utilicé mi ironía y pregunté si tanto azúcar podría perjudicar su riego sanguíneo, ella sonrió y me afirmó que estaba muy baja en azúcar, pasaban los minutos pero a mi me parecían segundos, perdí la noción del tiempo y casi del espacio, habíamos entrado en calor, habíamos empezado el rito y la única prenda que nos cubría eran los finos hilos de una sábana blanca, ella quería chocolate sin condimentos, pero yo me empeñaba en decorarlo con algo de sacarina, temía que el atracón fuera difícil de digerir, pero no hubo tiempo para decidir, mi inconsciente y sus brazos, para que negar la realidad, me empujaban, el contacto de sus dedos provocaban en mi una respuesta en forma de un mayor agarre a su figura, y antes de ofrecerle mi postre, ya estaba abusando de sus suculentas naftalinas, era apasionante bordear con mis dedos aquellas trufas moldeadas y talladas al a medida, mi inconsciente actuaba por mi y sólo me guiaba por los cánones del placer, en un tira y afloja apasionante, yo también le ofrecí un buen escaparate de repostería, preferí que ella escogiera, ahí no dudó, se lanzó por la nata, quiso engullirla entera porque sabía que detrás le esperaba el chocolate, quería morder la tableta, tenía ansias de alcanzar el condimento, fue como un revoloteo de palomas, una guerra sin cuartel, donde las únicas heridas eran las del placebo que nos estábamos otorgando.

Y sí, aquello fue atracón como nos temíamos, había roto su estricta dieta baja en calorías y estaba manchado de chocolate, despeinado y con la cara rojiza, sonreía, como quien acomete una misión y se vanagloria en lo más alto, ella estaba más cansada que yo, no me estoy marcando ningún farol, entonces me miró con el ceño fruncido como quien busca el consuelo, provocando en mi cierta debilidad, yo todavía con los labios llenos de azúcar, quise aproximarme a ella y disfrutar de otro momento de placer, relamí el plato, y aproveché esas últimas capas de vainilla que aún resistían a la agitación previa. La luz dejó de ser tenue para convertirse en oscuridad, el ruido ya no lo hacíamos nosotros si no los coches que por fuera pasaban, los perros que por allí ladraban y las golfas golondrinas que buscaban marchitarse en pleno mes de noviembre, el pitido de una sirena, y su sonrisa, que todavía sonaba allí dentro.

Los comensales se disponían a abandonar la sala, no hizo falta dejar propina, salvo una mirada de compasión y cariño, me puse la chaqueta, se la puse a ella también, eran los últimos minutos, ella se maquilló y se recogió el pelo, yo me miraba al espejo y corregía los bocados del cuello con suaves pases de mano, pensaba en la ingesta de chocolate, mientras silbaba, ella me abrazó y salimos de allí juntos, hacía mucho frío pero el menú bien había merecido la pena. A nadie le amarga un dulce que dice el refranero.

Llegamos al cruce, eran casi las nueve de la noche, la agarré de la cintura y ella tocó mi cara sin afeitar, la besé (todavía había azúcar) y así nos despedimos, ella encendió su cigarro, era americano creo y me dijo que le había encantado compartir mesa y mantel conmigo, así pues yo le pregunté si repetiría velada y ella contestó:

-No lo sé, primero he de digerir todo el chocolate ingerido hoy. Hablamos...

Si tú me dices ven lo dejo todo. ¡Pero dime ven!

martes, 15 de noviembre de 2011


Tenemos las llaves, pero nos falta abrir la puerta, nos hemos aprendido el decálogo de buenas prácticas pero nos tiembla la voz al recitarlo, tenemos fobia a dar el último paso, tenemos miedo al fracaso, a no sentenciar la jugada, no hay árbitros, pero nosotros mismos nos posicionamos en fuera de juego.

El ser humano es experto en crearse a si mismo barreras, en escalar montañas cuando hay que seguir recto, somos aventureros, quizás algo heroicos, pero detestamos la simplicidad, será la competencia o la grandilocuencia, pero nos asustamos y nos cuesta dar el último paso, nos cuesta exhibir el amor hacia la otra persona, pensamos, que por acto de telepatía, podemos trasmitir sentimientos, y es cierto que hay miradas o confianzas en el lenguaje que nos delatan, pero si no resumimos esos gestos en un sencillo "te quiero" o "te necesito" podemos caer en el sueño de pensar que ya está todo hecho, en vivir de la ilusión de que nuestros sentimientos hacia la otra persona son correspondidos y que tarde o temprano todo acabará sucediendo, como por arte de magia, y no, somos materiales, somos imperfectos, nuestro cuero está tejido de heridas y nos toca dar el paso final.

Estos días he tenido la oportunidad de hacer una lectura muy recomendable, se titula "Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven" (Editorial Plaza y Janés) del novelista catalán Albert Espinosa, quien de forma muy hábil y amena nos explica sus inquietudes acerca del amor, la vida, la muerte y la enfermedad, e incluso nos muestra la amistad que puede existir entre una persona que está a punto de dejar esta vida y otra que acaba de llegar, provocando en el lector un auténtico manual de como ser felices. Y es que, y abandonado esta cita bibliográfica, la felicidad sólo se obtiene mediante el reconocimiento de nuestra debilidad, y es en el momento en el que somos capaces de exhibir nuestra pasión, amor o fidelidad hacia otra persona, cuando realmente nos encontramos con nosotros mismos y nos acabamos de conocer, es ahí donde vemos lo que somos. Aunque como dije antes, tenemos miedo, pensamos que es mejor vivir en la utopía de no decirnos nada y querernos, porque existe en nuestro interior un miedo a mercantilizar el amor, a etiquetarnos como pareja y que entonces no estemos a la altura y eso nos lleve un punto de partida peor del inicial, es decir, a no querernos, y por tanto nos conformamos, digamos y disculpen mis símiles con la economía, que somos negociadores de sentimientos, pero no nos damos cuenta, que sino sabemos gestionar nuestro amor y declararlo debidamente, también estaremos perdiendo el tiempo, pues sólo estaremos gestionando la mitad de un todo, y que por tanto, nos faltará la parte más importante, encajar la otra pieza del puzzle para entender la figura que queremos construir.

No tengan miedo, muchas veces ella lo está deseando, es tímida y quiere que des el paso, quiere esa seguridad de saber que también la quieres, necesita una aval para dar crédito (disculpen, les dije que era economista) renuncien a ese cierto egoísmo y olviden aquello de "sólo te querré  cuando tú me quieras" ya que siempre alguien debe de querer antes, espero que esto se haya entendido, nunca se quiere igual, pero si mejor, y es paradójico pero alguna que otra vez me enamoré de alguien que no lo estaba tanto de mi y luego resultó estar ella más enamorada de mi que yo de ella, joder! Cuánto pronombre personal para explicar algo tan sencillo, que no somos valientes y que mientras pensamos, el tiempo se nos pasa, y será otra persona quien aproveche su oportunidad, aquí los hábiles vencen. 

Dice el refranero que si luchas puedes perder, pero que si no luchas estás perdido, así que al menos inténtenlo, no se lo guarden, prueben el placer del amor, o el trago amargo del desamor, pero beban de esa fuente, si ella le dice que no, es que no merecía la pena y por tanto se ahorrará de pensar en alguien que no le convenía, si le dice que sí, más tiempo que tendrá para disfrutar, el tiempo es limitado, seguro que ella está esperando que le digas que vaya. ¡Díselo de una vez!

Ciao Silvio! Il sogno italiano è finito

lunes, 14 de noviembre de 2011


Empresario de éxito, cantante, conquistador de mujeres, showman, padre de familia, católico y a ratos, presidente de la República de Italia, en definitiva, ídolo a seguir por las clases medias del país. Y es que Italia no entiende de derechas o izquierdas, de socialismos o comunismos, ni tampoco de siglas partidistas, Italia es Berlusconi y Berlusconi es Italia, él es Dios y el pueblo fiel a su misa y liturgia.

Il Cavaliere nace en una familia adinerada de Milán un 29 de septiembre de 1936, y casualidades de la vida, da el salto a la política asesorado y guiado por su amigo Bettino Craxi, del Partido Socialista. A medida que va consolidando su imagen va haciéndose con el poder mediático y deportivo de Italia, consiguiendo así una penetración del berlusconimo en toda la población del país, desde el próspero norte lombardo a la isla de Sicilia pasando por Roma o Nápoles, ningún punto de la geografía transalpina se le resiste.

Él y sólo él funda el partido a su imagen y semejanza y el resto sale solo, el país funciona, o aparentemente eso parece, la corrupción interna no existe, Italia es feliz con sus apariciones televisivas, sus éxitos con el sector femenino, su campechanía y su compromiso con la  patria y la iglesia, factores que lo colocan como el padre de Italia, nada ni nadie puede anteponerse a él, ni la justicia, completamente sobornada y controlada por él, ni los medios de comunicación, también controlados por el mismo, hubo quien intentó quitarle la hegemonía, un tal Romano Prodi, cuya suerte duro poco. Así las cosas, Italia, como el resto del mundo entran en una declive económica sin precedentes y de repente el país se despierta de la burbuja de felicidad en que estaba sumergido, ésta se acabó, aparecen los problemas, todos se quejan, y la iglesia deja de ser berlusconiana para ser más italiana, ya no hay pan para sostener el circo y parte del fuerte sector empresarial del norte deja de apoyar las excentricidades de Silvio, los cuales se ganan el apelativo de "traidores"  y mientras tanto al pueblo se le agota la paciencia, eso sí, no hay partido en la oposición que pueda hacer frente al Popolo della Libertà (el partido de Berlusconi), a la oposición ni está ni se la espera, es como un holograma.

Y es que Italia parece otro mundo, país de talentos migrados, de buena cocina, de gente fiel, de estilo y clase, y por supuesto de historia y cultura, pero de corrupción desorbitada, además aceptada por el pueblo, donde todo el mundo hace la vista gorda, algo por otra parte propio del sur de Europa, pero acentuado y multiplicado por seis en el caso de Italia. Por encima de ideas políticas Italia vive bajo el orden y mando de una de las mayores burocracias de Europa, cosa que le ha llevado a una deuda pública de las más altas del mundo, impagable según muchos analistas y han llevado a Italia a un bonito escaparate lleno de iglesias e historia, pero también a un atraso económico y social, que por momentos recuerda a otro país como Grecia, con semejante pasado cultural, pero en la ruina económica.

Una vez que Berlusconi ha dimitido (aunque volverá, ya lo veréis) se abren incógnitas de lo que pasará, de hecho Italia está siendo intervenida y temporalmente se establecerá un gobierno de tecnócratas, seres venidos de otra galaxia a los cuales se les atribuyen conocimientos desmesurados, pero que no gozan del aval de las urnas, cosa que Silvio siempre podrá alardear, lo que está claro es que Italia no cambiará de la noche a la mañana y la mentalidad luterana no calará entre nuestros vecinos del mediterráneo, pero al menos se deberá de hacer el esfuerzo, esto supondrá seguramente que Italia pierda esa esencia y que los italianos liguen menos, es posible, pero a cambio el país vivirá una renovación de sus estructuras administrativas y de su mentalidad. ¿Os lo imagináis? Es complicado, el lambrusco nunca podrá ser como el champagne, pero cuando la botella está vacía no queda más remedio que llenarla si no queremos pasar sed.

Se abre la esperanza en Italia, un nuevo tiempo para hacer cambios y seguro que a partir de ahora Silvio podrá dedicar más tiempo a Patrizia D'Addario, Barbara Matera, Barbara Guerra, Barbara Montereale, Graziana Capone, Lucia Rosini, Roberta Nigro, Susanna Petrone.. y así hasta 131 mujeres que han pasado por sus manos. Ciao Silvio!

Flan sin nata

martes, 8 de noviembre de 2011


Hay muchos exponentes de la sinceridad, pero si nos ceñimos al campo musical hay uno por encima de todos, ese es Frank Sinatra (Hoboken, 12 de diciembre de 1915), los entendidos del género dicen que muchas veces no importaba la calidad de su voz o los juegos instrumentales, si no la potente capacidad de transmitir sentimientos que éste poseía y sobretodo su expresividad, haciendo de sus canciones auténticas historias repletas de sinceridad.

Y es que "La Voz", como era apodado el genio de Nueva Jersey, es la escuela de los que anteponen el fondo a las formas, el mentor de quienes pensamos que lo importante es la sinceridad de los actos y no lo "bonito" del acto, claro que en las centurias que hoy recorremos la tendencia desgraciadamente es otra, la imagen premia al texto y lo irrelevante vence a lo real.

Hago este recorrido para hablaros de un valor como es la sinceridad, creo que a corto plazo ser sinceros es un error, pues nos resta capacidad efectiva de seducción, pero a largo plazo es un valor muy seguro, ya que nos da una estabilidad emocional y una comodidad con nosotros mismos, aquí dependerá de cada uno el uso que hace de las mismas, aunque ya les aseguro por lo que he ido aprendiendo a lo lago de la vida que es mejor jugar a largo plazo. Casualmente Ava Gadner, quien fuera pareja de Frank Sinatra, ha confesado que "por culpa" de la sinceridad del segundo, la relación se fue al traste, pues Frank nunca cedía en sus trasmisiones emocionales, tanto en las positivas como en las negativas.

Claro, que ese exceso de sinceridad le llevó a perder muchas relaciones, pero también le hizo ganar otras tantas, y de todas ellas estaba "profundamente enamorado", eso suscitó más de una duda acerca de este cantautor, al que algunos han tildado infiel de forma equivocada, y digo de forma equivocada porque Frank Sinatra no mentía, sabía gestionar los tiempos de una relación, y una vez acabado el plazo sabía finiquitar la misma, no engañaba a nadie, se limitaba a confesar a la otra persona que esa llama del amor se acabó y que ahora tocaba encender otro fuego. Y tiene mérito, pues habitualmente las partes finales de las relaciones son las que están más cargadas de mentiras, junto con el comienzo, claro.

No busquen los condimentos ni la belleza del plato, no jueguen a exhibir valores que no puedan ser eternos, apuesten a largo plazo, y muéstrense tal y como son, sean sinceros, ya que, aunque les reste ese plus de innovación se estará generando una imagen más fiel de la persona, y en parte, también es de agradecer recibir una información real de la persona con la que vas a compartir buenos y malos momentos, acepten que la vida no es un Currículum Vitae donde se miente más que habla, no habrá detrás una persona de Recursos Humanos para evaluarnos, si no una persona de carne y hueso como nosotros, que quiere saber si merece la pena confiar en nosotros.

Así que por favor, enséñame las cartas y sírvame el postre, pero lo quiero sin condimentos ni decorados, quiero el flan sí, pero lo quiero sin nata, no me endulces tanto que al final me provocarás una subida de azúcar. 

Ya lo decía la canción.

I've loved, I've laughed and cried. I've had my fill; my share of losing. And now, as tears subside,
I find it all so amusing. To think I did all that; And may I say - not in a shy way,
" Oh no, oh no not me, I did it my way".

La madurez no existe, son los padres

lunes, 7 de noviembre de 2011


Hoy les hablaré de un palabra muy común, de un dogma casi litúrgico del que toda oposición a él nos conlleva a la temeridad y a no ser personas cuerdas. Sí, les hablo de la madurez, un concepto aplicable a las frutas que una vez sembradas han dado sus resultados y que alegremente, no sé porqué, hemos aplicado al ser humano como sinónimo de responsabilidad.

Hoy, un conocido preguntaba, ¿A qué edad se madura? No sabía que decirle, estaba pensando en la pubertad, en la adolescencia, en la primera pareja, en el primer sueldo, en el fallecimiento de un ser querido, hasta incluso miré la definición que daba nuestra biblia lingüística, la RAE, pero nada, era incapaz de responder, sin embargo, de entre todas las respuestas, apareció un lúcido de la dialéctica, un viejo espada de la lengua y compañero de filas llamado Sergio García, quien dejó una frase que me hizo reflexionar, tal cual cito, "la madurez es la edad que tienes más uno", a lo que luego añadía, "es la manera de achacar las equivocaciones que cometemos a nuestra inmadurez." 

Y es que la madurez, como bien indica el compañero no tiene edad ni punto de encuentro, y constantemente nos preguntamos si somos maduros, cometemos un error, pues nunca llegaremos a la madurez, ya que ésta es como el horizonte, que siempre vemos, pero nunca podemos alcanzar ni tocar. ¿Y por qué? Pues básicamente porque el mundo y la realidad son cambiantes, no son factores estáticos, de nada nos sirve ser maduros durante un tiempo y entender el entorno, si luego no nos adaptamos a los nuevos tiempos, volvemos entonces a la inmadurez. La madurez es el día a día, es aprender, es tener una visión de lo que puede pasar y tratar de adaptar nuestra mente y nuestro cuerpo a los retos que se nos presenten, unas veces bajo el paraguas de la improvisación y otras veces con la seguridad de que seguir ese camino nos llevará a entender el futuro. Por tanto la madurez es una actitud de vida, o lo que es lo mismo, la madurez es sencillamente lo que algunos llaman, responsabilidad, un concepto complicado de definir e imposible de abrazar, la madurez en definitiva es como ese amor tardío al que has enviado el mensaje y esperas respuesta, puedes creer que eres maduro, pero sólo el tiempo te dirá si eres maduro, será dentro de unos años cuando mires al pasado y analices si en su día hiciste bien o mal actuando así.

Seguramente en otros tiempos la gente no podía hacer reflexiones a largo plazo y las sociedades eran más conservadoras, de ahí a que la madurez se alcanzara únicamente haciéndose mayor, como por arte de magia, una vez pasada la mayoría de edad uno ya se hacía con los dominios de si mismo y adquiría este título, con el tiempo nos hemos dado cuenta que eso no era así, y que la madurez, como el hombre del saco, no era más que una figura retórica impuesta por nuestros padres, y por ende, de la sociedad.

Cuando me preguntan si soy maduro siempre respondo, ¡Ojalá! A lo que luego sentencio, "cada día que pasa descubro que de mi madurez soy más inmaduro", trato de lograr y dominar todo lo que a mi alrededor acontece y descubro que es muy difícil, por no decir imposible, así que asumiendo la derrota, trato de vivir aprendiendo cada día, con el sueño de poder transformar unos ideales (todo el mundo tiene derecho a soñar) pero con la consciencia de que la madurez se levanta conmigo cada día cuando suena el despertador, y que desde mi humildad y relevancia, trato de escuchar y ver, para luego poder decir lo que pienso.

"¡Puta madurez! Qué necesaria eres."

Si está deprimido. ¡Hable con su economista!

jueves, 27 de octubre de 2011


Que me perdone el gremio de los psicólogos, pero a día de hoy creo que un economista está más preparado para entender a las personas y cambiarlas, que no un psicólogo. ¿Por qué? En toda época hubo alguien que entendió a la sociedad, la transformó, la guió, le inyectó valores, la corrigió y en muchos casos la utilizó para fines propios, como las guerras.

En tiempos pasados fue la iglesia, quien utilizando a un pueblo totalmente fiel a un Dios o doctrina, los movía según los criterios que en esa época se establecían, en otras épocas este poder se diluyó, debido a la fuerza de la nobleza, la burguesía o incluso las dictaduras, donde un líder, venerado por el pueblo establecía que era lo bueno y que era lo malo. ¿Y quién nos inyecta hoy los valores? ¿Los psicólogos? ¿La iglesia? ¿Nadie? Hoy los valores vienen establecidos por el poder financiero, la sociedad es totalmente individualista y materialista, aún incluso en tiempos de crisis (económica), prácticamente todo se hace por dinero y por tanto, el psicólogo de este siglo, o entiende las relaciones económicas o ya puede abandonar su oficio, pues el ser humano tiene un nuevo Dios que se escribe con dígitos, un Dios que no impone valores como la gula, la pereza, la soberbia o nos dice que la familia ha de estar unida, sino que habla de valores nuevos como ser emprendedor, el bienestar, la austeridad, el crecimiento, la satisfacción del consumidor o la propiedad privada. 

Si hoy preguntamos a una persona en edad adulta y con la cabeza amueblada sobre que le haría feliz nos dirá, poder pagar la hipoteca, seguir fijo en ese empleo o sencillamente que haya un Estado detrás que pueda atender sus necesidades, otros irán más allá y exigirán poder viajar o poder comprar un coche como garante de su libertad personal, y luego estarán los que exigen traje, corbata y móvil. Una sociedad en la que todos, en menor o mayor medida nos hemos dotado de un patrimonio material y que lo consideramos parte de la familia, donde la realización personal (como me gusta esta palabra) es en muchos casos la imitación de unos ídolos musicales, deportivos o televisivos, así como también los ejemplos a no seguir también son de esa farándula mediática, no olvidemos que todo ello está controlado por el poder financiero. Por tanto, ya no queremos ser el perfecto obediente que asiste cada semana al rezo para demostrar su compromiso a la figura divina, ahora nos compramos esa colonia que anuncian para así marcar nuestro estatus social y dejar clara nuestra forma de ser.

De nada sirve que le hayan explicado los procedimientos químicos y mentales del cerebro y le hayan inculcado lo que era correcto o no en tiempos de Descartes o Kant, olvide eso, lance sus apuntes de psicología y filosofía, no tienen valor alguno, si quiere transformar la actual sociedad primero deberá conocerla, y me temo que muchos no la conocen, por incapacidad, por falta de estudio o por ignorancia cognitiva.

Al fin y al cabo todos somos parte de este sistema capitalista, y quizás no todos tenemos al mismo Dios como referente, somos politeístas como lo fueron los griegos, pero ahora, en lugar de Zeus o Poseidón, nos peleamos sobre si Apple o Android nos ofrece un mejor sistema operativo, sobre si el FC Barcelona o el Real Madrid jugó mejor esta jornada o sobre si Cristiano es mejor que Messi (permítanme discrepar como apasionado futbolero). Discusiones pasionales que si fueran oídas por un niño del cuerno de África le provocarían una carcajada de lo totalmente estúpidas e irrelevantes que son, pero es ésta y no otra la sociedad en la que nos ha tocado vivir y que día a día, unos más y otros menos, alimentamos y mantenemos, porque no seamos hipócritas, hay quienes se declaran contrarios al capitalismo y expulsan sus vísceras contra el mismo y al mismo tiempo no escatiman en comprarse el último modelo de iPhone o desearían tener dinero para gastarnos como todo buen nuevo rico, ejerciendo por tanto como capitalistas sin llegar a saberlo, lo que es incluso más grave, pues estos serían los más fieles del credo.

Atención, no quiero que mi artículo se lea como una crítica al sistema actual, esa opinión me la reservo para otro día, y requiere un análisis más profundo, sólo constato la realidad, el formato de vida de las sociedades occidentales y por ende del gran parte del planeta, así que ya saben, si están deprimidos o quieren respuestas a sus preguntas vayan a quien entienda la actual sociedad, a quien domine las variables financieras, a quien le sepa calcular el Euribor, ése será su psicólogo pues comprende el mundo en el que vivimos y en parte puede transformarlo. 

Invierta en amor. Es rentable

jueves, 20 de octubre de 2011


Hoy nos levantábamos con la noticia de que una agencia de calificación ha bajado a nuestro país la nota, es decir, nuestro atractivo económico, a ojos de muchos inversores ha caído de nivel y por tanto se fijan menos en nosotros a la hora de depositar sus dineros. ¡Anda! ¿Qué coincidencia? ¿Cuántas veces nos ha pasado esto a lo largo de la vida? Seguro que muchas, ya que en la ciencia de enamorar o atraer a otras personas hay ciclos cambiantes, volatilidad, subidas de infarto y recesiones continuadas.

Como economista, mucha gente me pregunta, ¿Dónde invertir en tiempos de crisis? ¿En la bolsa? Mala inversión, en lo que llevamos de año hubiese perdido bastante dinero. ¿En oro? No, el precio tocó su máximo y ya no va a subir más. ¿En vivienda? No, no se precipite, el ladrillo se acabó. La respuesta es sencilla, invierta en amor, los índices bursátiles de este elemento están al alza por una razón muy sencilla, el mercado está equilibrado, es decir, la demanda de amor es correspondida por una gran oferta y por tanto el precio es atractivo, es hora de comprar amor en el parqué de la vida, y hágalo confiado, deposite sus ahorros ahí, las previsiones a medio y largo plazo son muy optimistas, claro que no especule, pues ya sabe que el exceso de ambición, que los clásicos llamaban gula, le puede llevar a una mala digestión.

Es una inversión que requiere un capital inicial, pero muy bajo (lo que en el argot popular se conoce como "arreglarse un poco") y una única condición, creer en lo que estás haciendo. Si te has preparado con esos dos elementos, es tu momento, se realista, trata de buscar tu mejor valor del índice bursátil e intercambia valor, seguramente te marques unas previsiones al alza y luego el mercado corrija tu tendencia, no pasa nada, ahí interviene la fuerza del mercado o las previsiones del momento, al final merecerá la pena, la vida le ajustará un valor y le habrá salido más que rentable.

Ahora los que habéis invertido en esta acción me preguntaréis, ¿Cuáles son las claves para estimular este crecimiento? Es una pregunta complicada y todavía me estoy licenciando en el mundo del amor, así que mi respuesta es, sea sincero y feliz, disfrute del momento y no renuncie a lo que es, comparta ilusiones, llore, ría, tenga pasiones, equivóquese y acierte, hágalo todo a la vez y su acción será más rentable, lo que traducido al mundo de la economía sería, aportar más liquidez al dinero, al mismo tiempo trate de gestionar bien las fluctuaciones (que las va a haber), osea, ante una fuerte subida de sus emociones, contrólelas, y viceversa para momentos de bajón o de tristeza, no se hunda, si sabe o al menos intenta controlar esas variaciones habrá dado un paso muy importante.

¿Y si nadie me compra? Quizás es porque están muy sobrevalorados o porque han lanzado una OPA muy hostil (los más "tiracañas" del lugar) y la otra persona se ha sentido agredida, traten de comprar en pequeñas dosis, no paguen directamente con la VISA Corazón, paguen en metálico, pero no se hipoteque pues luego seguirá pagando las consecuencias aunque ya no tenga vínculos con esa persona, no hay que tener prisa, pues cuando menos lo espere le llegará el momento, cuando deje de mirar los gráficos día a día es cuando alguien comprará su acción amorosa y querrá compartir contigo un ciclo ascendente. Muévase, pero sobretodo mueva su corazón para que éste sea cada día un poco más rico.

Y por cierto, no hagan caso a las agencias de valoración, muchas veces opinan sin saber o lo hacen para influir negativamente en nuestro estado de ánimo. ¡Compre! ¡Compre!

Nunca estaréis solos

martes, 18 de octubre de 2011


No tiendo a tener ídolos, ni a divinizar a nadie, de hecho nunca he tenido un póster en mi habitación, salvo uno de Spiderman, cosas de la edad. Soy amante de lugares, de ideas o de procesos, pero rara vez canalizo todo mi amor hacia una figura con forma humana, por muy importante que ésta sea. Sin embargo estos días no puedo esconder mi admiración y fascinación por unos auténticos héroes, unas valientes personas que han padecido el asesinato de sus seres queridos, o directamente han vivido en sus carnes la extorsión y las amenazas de una banda de asesinos, que, en nombre de la pureza racial y los delirios nacionalistas de un tal Sabino Arana, han sufrido lo insufrible y todavía hoy mantienen las secuelas.

Sé que soy uno más, un ciudadano anónimo, un demócrata sin relevancia alguna, pero quiero desde mi distancia enviar todo mi afecto a estas personas, que estos días están viviendo la mayor humillación de sus vidas, pues el Gobierno Vasco (en manos del PSOE) y una parte de la izquierda española les pone a la misma altura que los asesinos de ETA. Aunque tengáis miedo y sintáis la soledad institucional, sabed que hay un pueblo entero que os apoya por encima de siglas políticas o asociaciones, y que somos muchos los que nunca nos rendiremos ante el chantaje de las pistolas y el lenguaje retorcido que los nacionalistas practican, y comos vosotros, también en un silencio espectral, nunca sucumbiremos al miedo, estad tranquilos pues estamos dispuestos a llegar a las últimas consecuencias.

Porque no se engañen, en el País Vasco no hace falta la paz, pues no hay dos bandos disparándose por las calles como si sucede o sucedió en Israel o Irlanda, por tanto no hay un conflicto que solucionar ni contrapartidas que dar a nadie, lo que hace falta en las tres provincias vascas y en su imaginario país llamado Euskal Herria (donde incorporan Navarra y el sur de Francia) es libertad, ocho palabras de sencilla pronunciación que a muchos les cuesta asumir, porque en el País Vasco unos han asesinado, matado y extorsionado, y otros han llorado los muertos, han vivido con miedo y no han podido desarrollar su vida en igualdad de condiciones, por eso me opongo al lenguaje de los etarras y su calculada ambigüedad donde para ellos el Estado practica también la violencia mediante la policía y los jueces, pues aquí no caben matices, y si quieren solucionar ese conflicto del que ellos hablan deben de dejar las armas, acatar la legalidad y pedir disculpas por el daño hecho. Así sin más, y si no aceptan la legalidad no hay más camino que perseguirlos como hasta ahora y derrotarlos con todos los instrumentos que un estado tiene a su alcance, así que asuman las consecuencias y sean claros en sus declaraciones, vuestra credibilidad está por los suelos y sólo queda un camino, vuestra liquidación. Depende de vosotros, la pelota está en vuestro tejado. 

En definitiva, la mal llamada "Conferencia por la Paz" celebrada ayer en Donostia-San Sebastián es un despropósito, donde unos por afinidad como Gerry Adams (IRA) y otros por desconocimiento como Kofi Annan, se reúnen para hablar de un conflicto que no existe, para buscar la paz donde no hay guerra y para pedir amnistía a los presos "políticos", nótese el entrecomillado, pues matar a una persona inocente sea del PP, del PSOE, un juez, un profesor o un simple viandante que por allí pasaba, nunca puede ser considerado un crimen político, y lo peor de todo no es que estas personas foráneas al tema asistan, lo grave es que el PSOE vaya a ese encuentro y le haga el juego a una banda terrorista, Desde mi punto de vista, lo sucedido ayer fue una traición a la democracia y al ánimo de todo un país, harían bien algunos en pedir disculpas, no a todo el pueblo, pero si al menos a las víctimas directas de unos asesinos que se creen poseedores de la vasquidad absoluta. No hablo del PNV y de determinado credo vasco, quienes con sus silencios y ambigüedad han alimentado el discurso de ETA.

Dice el refranero vascuence: "Gezurtiak zer duen merezi? Egia esatean ez sinetsi" (en castellano, ¿Qué merece el mentiroso? No creerle al decir la verdad.) ¡NO a ETA!

Háblame con la mirada

viernes, 14 de octubre de 2011


Dicen que la mirada es el reflejo del alma, y aciertan. Ya desde pequeños, cuando todavía no sabemos articular palabras ni tenemos conocimientos técnicos, nuestra mirada expresa lo que nuestra voz o nuestros gestos son incapaces de expresar, y por suerte, la mirada es un idioma internacional que no requiere de estudios ni hemerotecas, una especie de código con el que la humanidad se ha dotado para poder comunicarse de forma básica.

Es la mirada de ese niño con los ojos abiertos que nos muestra las ganas de ver el mundo, de conocer y de crecer, son las lágrimas que vierten de los mismos los que canalizan momentos de tristeza, rabia, impotencia e incluso alegría, son las pupilas dilatadas las que muestran nuestros momentos de placer y de amor hacia alguien, es la mirada fija la que muestra incredulidad por algo, es la mirada baja y fruncida la que nos muestra enfado y querer marcar terreno, son nuestras pupilas, las que moviéndose de un lado a otro nos muestran si decimos la verdad o mentimos, en definitiva, nuestros ojos son una combinación de elementos químicos que informan al receptor de nuestro estado de ánimo, y lo mejor de todo es que no los podemos controlar, eso hace que los ojos nunca puedan mentir y sean la parte más sincera de nuestro cuerpo humano.

La mirada tiene dominados y dominadores, quien domine la misma puede conquistar nuevos espacios ad eternum, en cambio, quien no tenga esa capacidad será absorbido por otra fuerza ajena y será incapaz de marcar su territorio. Cuando conocemos a alguien que nos atrae queremos buscar en sus ojos la respuesta a nuestras preguntas, somos inteligentes y prácticos, por eso recurrimos a la verdad en lugar de pasarnos el día con absurdas preguntas como el tradicional "¿Merece la pena luchar por ella?", por eso con valentía la miramos a los ojos y tratamos de mantener la mirada, intentamos vencer, al tiempo que la poseemos (el ser humano es posesivo por naturaleza), como en un combate de gladiadores, y en un frío secular que muchas veces nos rodea, perdemos toda orientación del espacio y del tiempo y quedamos atónitos por dos pupilas que hacen las veces de oráculo, es fascinante cuando las dos miradas chocan, cuando su mirada también se mantiene, esos segundos (o minutos) donde el silencio es comunicativo y donde nos decimos todo lo que somos incapaces de decirnos con la morfología de las palabras, nos decimos amor sin mostrarnos el corazón y es entonces, cuando un pequeño balbuceo de la pupila muestra nuestra inquietud, un guiño a viajar y movernos que provoca en la otra persona una sonrisa suave, es decir, ha entendido el mensaje, sabe que el movimiento de los ojos significa ganas de pasión, sabe que nuestras pupilas dilatadas muestran debilidad, y por mucho que nos de vergüenza decirlo, nuestros ojos nos han delatado.

Los ojos nunca cambian, como el código genético de una persona, es el patrón que nos identifica, y nos damos cuenta con el paso del tiempo, cuando volvemos a ver a esa persona que hacía tiempo no sabíamos nada y la miramos a los ojos, y vemos que nada ha cambiado, situaciones personales al margen, sus pupilas siguen siendo las mismas. Hace unos días miré a los ojos a una persona con la cual había compartido muchos momentos, vi sus ojos, los de siempre, pero los vi fríos, entendí que el tiempo había pasado y que además de mis ojos lagrimosos fruto del recuerdo y la nostalgia, fuera había llovido mucho, tanto que me costaba entender su mirada, pero comprendí que era ella. -Todo pasa muy rápido- Pensé. Y al salir de allí me había olvidado de la conversación, pero no de su mirada, pues esto último nunca se olvida.

Hablen más con la mirada y dejen que sus ojos aprendan a vocalizar.

Sie Kikinshka. "El hombre del traje metafórico"

viernes, 7 de octubre de 2011

Meditando con Sie Kikinshka

Nació en aguas internacionales y actualmente vive en países metafóricos. A sus casi 24 años este historiador de arte por la Universidad Autónoma de Barcelona se define así mismo como escritor, astronauta, amante y jardinero de nuestra mente. Profesa el egoteísmo como forma de vida y entre sus citas nos asegura que "Todo lo que nos atormenta tiene un paraguas". Está apunto de lanzar su primer libro, "Lisboa y las flores metafóricas" y queremos compartir el momento.

"Los mejores actos de terrorismo se han hecho en la cama"

¿Qué fue antes, usted o la metáfora, la metáfora o usted?
Puedes tratarme de tú, nos conocemos desde hace demasiado, pues si te soy sincero yo y la metáfora somos como dos organismos vivos que se ayudan entre si en una simbiosis literaria, somos irreductibles si colaboramos juntos, el problema es cuando no nos ayudamos y nos destruimos el uno al otro.

¿Cuál es su mayor fobia?
Tengo muchas fobias y miedos pero todas ellas son ramificaciones de la realidad, si te dijera alguna sería una mera especulación falsa, pues no coexisto con el miedo real sino con el irreal.

¿Y un defecto confesable?
Soy muy poco confesable o mejor dicho explícito, pero te diré la metáfora de ese defecto: Un hombre en llamas besando a una chica de gas propano.

¿Por qué deberíamos de leer su libro?
No lo deberíais leer.

Curiosa respuesta. ¿En los momentos de tormenta, te acompañó el paraguas?
Siempre, aunque a veces es difícil encontrarlo y hay que pedirlo prestado a otras personas o comprarlo de segunda mano u otras veces lo abres y está roto.

¿Cuál es su referente artístico?
El pintor que pintó mi salón de azul acrílico la semana pasada.

¿Y la persona que más ha influido en usted?
Mi abuela materna.

¿Qué ve a través de sus gafas oscuras?
En realidad el color del cristal es amarillo, y no las tengo para ver sino para no ver, así que la pregunta sería ¿Qué no quieres ver a través de tus gafas?

¿Hay poco que ver ahí fuera?
Hay demasiado, pero que me interese, hay muy poco.

¿Andy Warhol o Dalí, a quién resucitaría?
Warhol.

¿El arte es ocio o negocio?
El arte es devoción.

¿Ética o estética?
La palabra estética lleva dentro la palabra ética, de hecho una cosa no puede ser estética si no es ética.

¿La locura puede ser un modo de cambiar a la masa?
[risas] En realidad la locura es la manera para hacer creer a la masa una cosa que no es, es como cuando el mago con la mano derecha hace una cosa para distraer al público y hacer el truco con la otra.

Simple curiosidad, ¿Por qué tanta referencia a su cama?
La cama es el mejor ecosistema natural jamás creado por el hombre, soy una persona que hace mucha vida en la cama, sobretodo dormir y follar, pero es mágico ese territorio acolchado, de hecho en estos momentos escribo mi tercera novela, “El ecosistema triunfal” en la cual cual hablo de ella.

¿Lo de astronauta es por qué vive en otro mundo?
Sí.

¿Y lo de jardinero?
Mi primer libro habla de flores y he pasado mucho tiempo arrancando las malas hierbas de mis páginas para dejarlas crecer y florecer y así poder ofrecéroslas en el mejor estado posible.

¿El amor es una excusa o lo es todo?
El amor son las exequias de un fraude.

¿Eso quiere decir muchos males de amores?
Te contesto cuando se acabe el sueño.

¿Un lugar (físico) para perderte?
Lisboa y las flores metafóricas también.

¿Cuál es la última necrológica que ha leído?
Desayuno necrológicas cada día pero hoy quería venir a la entrevista en ayuno como si de una analítica de sangre se tratase.

¿Se siente libre?
Me siento atado a mi manera de concebir la libertad.

¿Qué le diría a alguien que quisiera ser como usted?
"Bébete un vaso de agua".

¿En la maleta le cabe toda la semántica metafórica o lleva más en los bolsillos?
La guardo en dos pendrive, uno llamado cerebro y el otro corazón, por si algún día se pierde uno tener una copia de seguridad en el otro.

Surrealismo contemporáneo con aires castizos de Sevilla, ¿Algún ingrediente más?
No.

Gracias y suerte. 

Y para el aguerrido lector que quiera disfrutar de una dosis de metáfora en forma de regalo visual, pásese por El Tizador de Cadáveres el blog oficial de Sie Kikinshka. 

¡Hagan juego!

miércoles, 5 de octubre de 2011


El amor es como una partida de Póquer, permítanme que utilice la forma cervantina en lugar del tradicional Poker anglosajón. El azar reparte las cartas, pero somos nosotros los encargados de jugar la partida. Es evidente que no todos partimos desde la misma posición, pero una vez que el crupier reparte las cartas ya no valen las excusas, somos nosotros y sólo nosotros los encargados de saber gesticular, de mostrar o no nuestra sinceridad y de predecir e intuir lo que puede pasar, únicamente nosotros decidimos, arriesgamos  y valoramos si merece la pena luchar por esa partida o plantarnos antes de cometer errores, una mala decisión nos podría llevar a una pérdida económica y de tiempo, en cambio una buena decisión nos llevaría a recoger los beneficios.

Y es que en la vida como en el póquer hay diferentes tipos de jugadores, los hay que marcan faroles puntuales para llevarse una mano, los hay mentirosos compulsivos que siempre muestran falsos diamantes (♦) para seducirnos y que de tanto mentir acaban siendo descubiertos, los hay conservadores que sólo asisten a las partidas que ven claras y por tanto carecen de sueños, los hay que mezclan ambas formas de juego, los hay que provocan para aumentar el valor de las pujas y que en la vida real serían los que escampan rumores, y así un sinfín de jugadores con un objetivo compartido y común, ganar la partida, porque no se engañen, en el amor no basta con participar, hay que ganar la partida, y sólo puede ganar uno.

Y no piensen que una buena mano de inicio les va a llevar al éxito, quien se precipita, empuña su pica (♠) al aire y es incapaz de controlar su alegría puede provocar una reacción contraria en el resto de jugadores, aquí entrarían esos amores muy caramelosos de inicio pero que a medida que se reparten nuevas cartas el valor se va diluyendo hasta convertirse en una mano no vencedora, lo mismo sucede a los pesimistas, los que siempre alegan tener malas cartas de inicio, esa actitud de no confiar en uno mismo que provoca que el resto de jugadores se marquen faroles y acaben desanimando tu puja, en la vida real equivaldrían a aquellas personas incapaces de liderar una relación, débiles sin sueños que no confían en si mismos y se ven superados por la competencia, y es que enamorar a alguien es una dura tarea, pues el buen jugador se demuestra partida a partida, aquel que sabe gestionar los tiempos y no se precipita ante el injusto azar, quien controla sus emociones y ambiciones y quien previamente ha estudiado a los rivales de la mesa, sólo éste demostrará ser un gran jugador de póquer y podrá ganar la partida.

Sean por tanto prudentes, no apuesten todo de inicio (en inglés, All in) aunque vean que cuentan con dos ases en la mano, y traten de alternar jugadas, bonitas combinaciones como preciosos tréboles (♣) verdes de cuatro hojas que nos dejan embobados de forma que así puedan sorprender al rival, ya saben que si siempre hacen lo mismo acabarán en la monotonía y eso no gusta, reinventen jugadas, hagan escaleras, tríos y parejas, planifiquen las partidas a largo plazo y por supuesto arriesguen, sino lo hacen nunca ganarán, y siempre habrá alguien que lo hará por ustedes.

Sé que puede parecer cínico comparar el póquer con el amor, ya que se presupone que en el segundo todo es perfecto e idílico, pero como no nos hemos caído de un árbol y somos conscientes de lo que sucede, acepten que el amor es como un juego y por tanto sean estrategas, sin caer en la ludopatía, ya que los abusos nunca fueron buenos incluso en esto del amor, tampoco hagan trampas ni espíen las cartas que no son suyas ya que sino serán expulsados de la partida, así que disfruten, háganlo con cabeza, pero también con corazón (♥). ¡Hagan juego!

Ese enemigo llamado inconsciencia

martes, 4 de octubre de 2011


Hoy les hablaré del cerebro y sus profundidades, pero tengo un pequeño problema, no estudié ni química ni medicina y por tanto soy incapaz de utilizar un lenguaje técnico ni tampoco conozco las piezas de las que se compone la susodicha estructura, pero gracias a un filósofo austriaco llamado Sigmund Freud, así como a la propia experiencia trataré de desgranar el asunto.

Habitualmente los seres humanos tendemos a crear círculos afectivos y círculos de odio, nuestro cerebro va recogiendo la información, el cual de forma hábil se encarga de procesar, almacenar y borrar, hasta ahí todos de acuerdo, no descubro nada, dentro de ese proceso intervienen dos agentes, la consciencia, es decir aquello que depende de nosotros y la inconsciencia, una especie de cuarto oscuro dentro de nuestro cerebro, que sin darnos cuenta almacena esas cosas que reprimimos y las situaciones que no queremos exteriorizar, es ahí donde radica nuestro mayor enemigo y no fuera, y es precisamente el inconsciente el culpable de nuestras fobias y traumas.

Lo resumiré en un ejemplo básico y que seguro que todos hemos vivido como es el hecho de acabar una relación con nuestra pareja, la cual podemos dividir en dos fases, la parte positiva, que es el momento en que estamos juntos y disfrutamos y la parte negativa, en que decidimos cortar, esta segunda fase de divide a su vez en dos bloques, el momento de tensión directa (los porqués del final de relación, las discusiones y en algunos casos las humillaciones) y para mi la peor de las fases, la tensión indirecta, es decir, la batalla que libramos contra nosotros mismos, con un enemigo interno llamado inconsciente, el cual se encarga de recordarnos día a día lo buena y gran persona que era nuestra pareja y lo fracasados que somos nosotros ahora sin ella, ese inconsciente que piensa por nosotros y nos pone una venda en los ojos que nos impide ver la realidad. Para mi es el momento más duro de todos, por mucho que busquemos una lógica y tratemos de borrar a esa persona de nuestra mente, nuestro enemigo inconsciente no nos deja y no para de enviarnos señales del estilo, ¿Cómo estará?, ¿Con quién estará? o ¿La podré recuperar? Haciendo que tengamos necesidad de volver a saber de esa persona, y que acabemos con la frase más típica en el argot del amor, "No puedo olvidarla"

El inconsciente saca todos nuestros defectos y nos desanima, dibuja en nuestra mente una realidad inexistente y lo peor de todo es que no sabemos combatirlo, en lugar de borrar esos restos que nos quedan, los alimentamos para que se hagan más grandes, provocando una agonía que se alarga en el tiempo. Y ustedes me preguntarán, ¿Y cómo vencer al inconsciente? Una buena pregunta de difícil respuesta, ya que cada cerebro es un mundo, pero mi opinión y experiencia propia me dicen que la única forma de vencerlo es asumir que esa persona no forma parte de tu vida y no lo formará nunca más y observar el día a día, darse cuenta de que el mundo no se acaba en una persona, aprender a no depender de nadie sin tampoco caer en la soledad, si hacemos ese ejercicio tan básico y disfrutamos en nuestro día a día y tratamos de ser felices, esos restos se irán borrando y por arte de magia acabarán desapareciendo, claro que el tiempo dependerá de factores que desconozco, ya les dije que no me dedico a la medicina, por lo tanto hagan ese esfuerzo, la recompensa será máxima, y ahora me preguntarán, ¿Cómo puedo saber que ya no quedan restos? Muy fácil, el día que puedan ver una foto de su ex pareja o hablar todo el día de ella sin que eso le provoque recuerdos, rabia o sensaciones anormales habrán conseguido quitarse los restos, les aseguro que la sensación es impresionante e indescriptible, una especie de orgasmo cerebral.

Sean conscientes de lo inconsciente y ganarán la batalla.

La autopista de la vida

lunes, 3 de octubre de 2011


La vida es una autopista, una gran autopista, unas veces nos toca correr en solitario por caminos inciertos y otras veces disfrutamos del viaje, a veces pisamos demasiado el acelerador confiados de nuestras habilidades mientras que otras veces conducimos con mucha precaución debido a las inclemencias del tiempo, de la carretera, o debido a nuestra falta de veteranía sobre las cuatro ruedas.

Unos son imprudentes al volante, viven al límite y disfrutan a cada curva, no importan los riesgos, otros sin embargo son más precavidos, llegan más tarde a su destino y no experimentan esa sensación de velocidad, para gustos los colores. Por supuesto, no todos partimos con el mismo automóvil, los hay con más potencia, los hay más versátiles o familiares, los hay clásicos y los hay deportivos, los hay robustos que están hechos para trepar en la naturaleza y los hay pequeños para quienes prefieren la ciudad, cada uno tiene unas necesidades y objetivos diferentes, de ahí que unos siempre quieran ganar, otros se conformen con la mediocridad, y otros siempre sean los lentos del pelotón.

Sea cual sea nuestro vehículo y nuestras necesidades a lo largo de la vida nos equivocaremos de camino, cambiaremos de preferencias y hasta modificaremos el carácter en función de los circuitos en los que nos haya tocado correr, nos arrepentiremos de no haber escogido la ruta correcta, mientras que otras veces nos enorgulleceremos de nuestra astucia de haber escogido el camino acertado y de haber llegado al destino, unas veces cogeremos el atajo y otras veces daremos la vuelta y otras veces nuestra libertad será limitada y nos veremos obligados a pagar peajes para poder avanzar en la vida, y es evidente que nuestro estado no siempre será el mismo, el tiempo hará mella en nuestra carrocería y en nuestros neumáticos, y muchas veces la falta de preocupación hará que el vehículo falle, claro que en la mayoría de casos y salvo accidente grave, habrá reparación, es cuestión de llevar un control sobre nosotros mismos y corregir aquellos errores, para así no llevarnos sustos y pinchar en medio de la carretera.

Como ven, la autopista existe, pero el camino lo hacemos nosotros muy a pesar de que no siempre podemos elegir, sin embargo hay algo que por encima de las circunstancias y preferencias he aprendido a lo largo de mi vida y que seguramente la DGT les recomienda; Nunca paren, pueden frenar, pueden ir marcha atrás y es posible que necesiten una reparación para volver a confiar en su automóvil, pero nunca paren, puesto que eso provocará el envejecimiento de su coche y su oxidación, así que emprendan camino, sean realistas acerca de cuales son sus posibilidades, no se ofusquen por los errores del pasado y no se comparen con el último deportivo de gama alta que acaba de salir al mercado, miren el nivel de combustible pues estoy seguro que todavía les queda mucho y sigan hacia adelante.

Ya saben, pisen el acelerador, mucho o poco, eso ya es su responsabilidad, pero por favor, ¡Písenlo!

Superhéroes anónimos

viernes, 30 de septiembre de 2011


También abreviados como S.A., aunque a diferencia de éstas, los superhéroes anónimos no cotizan y su valor  nunca se contabiliza en unidades monetarias. Hoy vengo a hablarles de esas personas irrelevantes para el mundo pero muy relevantes para nosotros, esos seres altruistas (del francés, altruisme) que hacen que nuestras vidas sean mejores y más felices, ustedes seguramente podrán contarme sus historias personales, y yo las mías, y estoy convencido de que no acabaríamos nunca, pues la vida está cargada, por suerte, de personas que sin ánimo de lucro nos facilitan nuestro día a día.

Porque lejos de buscar los focos o el reconocimiento mediático, y todavía más lejos de tratar de moldearse en figura de culto a seguir por los demás, el altruista es alguien sencillo, alguien que demuestra el cariño hacia los demás en los momentos en que este lo necesita y además lo hace sin llamar la atención, con cierto sigilo,  una manera de invertir en humanidad, pero en este caso sin tipos de interés. ¿No es algo fascinante? ¿Hay algo más placentero que ver como ese superhéroe acude a rescatarnos en momentos de dificultad?

No hay consenso sobre estas situaciones, unos dicen que son golpes de suerte y ayudas caídas del cielo, mientras que otros lo llaman humanidad, la batalla entre ambos está igualada, y la verdad que yo no sabría por cual decantarme, pero lo fascinante es que los héroes anónimos existen, están ahí y te sorprenden, cuando parece que has perdido, cuando estás desanimado o cuando ves que las puertas se te cierran de par en par, es cuando la voluntad aparece y te abre un resquicio de esa puerta para que puedas entrar, y a cambio, no te extiende una factura, es fascinante como en una sociedad tan individualista y cada día más egoísta, los superhéroes anónimos se niegan a desaparecer y aguantan como cual fauna sobrevive en un bosque donde cada día quedan menos árboles, porque la ciencia del altruismo tiene dos vertientes, unas veces recibimos y otras veces aportamos, y es curioso como cuando haces algo por alguien que quieres o que es cercano a ti, y ves que esa persona progresa, tu felicidad es absoluta, me atrevería a decir, de las pocas veces en que somos felices sin algo material al lado, y la sensación es indescriptible, ningún diccionario por preciso que sea podría definir esa sensación.

Y es que, a pesar de no tener superpoderes ni poder trepar por los edificios, esas personas están ahí, esa magia existe y nos acaba sorprendiendo, lo peculiar de la historia, es que esos momentos difícilmente se pueden compartir, normalmente quedan guardados en nuestra retina y en nuestro corazón, como si de un secreto se tratase, como si nos diese vergüenza contarlo, y la verdad es que tiene una explicación lógica, el ser humano rehuye de los momentos de debilidad, y precisamente estos superhéroes son los que consiguen demostrarnos que en realidad somos débiles y frágiles, yo añadiría muy frágiles, además, ¿No es bonito guardar para nosotros estos momentos? Así que no me cuenten sus situaciones, no digan quien ha sido ni que ha sido, guárdenlas, aprovéchenlas y por supuesto sean agradecidos.

PD: Sí, es un agradecimiento a varios superhéroes cuyas identidades no voy a desvelar. 

La "proesía" como arma de seducción

jueves, 29 de septiembre de 2011


Los seres humanos estamos plagados de errores e imperfecciones, tantos como el título de este artículo, y uno de ellos es el empecinamiento de creernos en la verdad absoluta de las cosas. Entre esas verdades está la capacidad de seducir a la otra persona en el ámbito de las relaciones sociales, difícil tarea con difícil respuesta pues el cerebro humano es demasiado complejo y las circunstancias personales lo son todavía más.

Partiendo de la base de que no hay técnica infalible para seducir y que por tanto mi artículo no puede ser tomado como una verdad ni como una referencia me lanzo a verter mi opinión en base a mi experiencia y mis vivencias, seguramente una más entre las tantas y tantas teorías formuladas a lo largo del tiempo.

En el campo de la seducción encontramos dos tipos de personas diferentes, los que buscan la poesía y los que buscan la prosa, los primeros saben jugar con la retórica, con las palabras coloreadas y con el primer beso, los segundos no impresionan tanto al mostrar la primera carta, pero sin embargo son buenos jugadores a lo largo de la partida, luego hay un tercer bloque, quizás más escaso, pero más talentoso, los que saben hacer la perfecta medición entre prosa y poesía, es decir, la proesía. Aquel que sabe controlar lo que habitualmente denominamos "ñoñería", pero que tampoco peca de ser "aburrido y realista", quien te hace soñar con los ojos despiertos sin necesidad de estar subido en el árbol de la fantasía, les confieso que quienes dominan la proesía dominan la seducción. 

Porque seamos sinceros, quien abusa de la poesía está condenado al fracaso, el envoltorio es importante en el amor, la imagen, las impresiones, pero éstas, como el precio de un vehículo empiezan a caer desde el momento en que se adquieren, disculpen el símil económico, pero me siento muy cómodo en ese campo, por tanto aquel que sólo es un envoltorio corre el riesgo de perder sus opciones una vez que la otra persona ha desatado el lacito. Pero claro, en el otro extremo tenemos los que abusan de la prosa, los que no dan importancia a la imagen y plantean todas las situaciones con un realismo extremo, con una cruda realidad que es al mismo tiempo una limitación a la imaginación y a los sueños conjuntos, y todos sabemos que en esto del amor, quien no es capaz de soñar en cosas imposibles no es capaz de enamorarse, ya que el amor "es un contrato de objetivos no realizados pero que quedan pendientes de realizar", quédense con esta definición, pues es importante, ya que si la otra persona ve esos objetivos imposibles debido al exceso de realismo y rutina, se acabará la relación y por tanto, el exceso de prosa hará volar por los aires el momento.

Es difícil compaginar ambas, prosa y poesía, soy consciente, depende de la persona, del momento, de las circunstancias personales, de las expectativas y muchos factores, pero todos debemos de intentar buscar ese punto medio, corregir las desviaciones a uno y a otro, de forma que compensemos los picos, si lo conseguimos tenemos muchas papeletas para seducir, y además hacerlo con seguridad, ya que por supuesto, quien confía en lo que hace y lo hace con ilusión está dando el primer paso para que las cosas le salgan bien.

No se si este texto les habrá seducido, pero he intentado hacerlo con mucha proesía. Salgan y disfruten del otoño.

Europeizando que es gerundio

miércoles, 28 de septiembre de 2011


Vivimos tiempos convulsos, muy convulsos, la utópica Europa creada a partir de la Segunda Guerra Mundial no corre peligro de entrar en otra guerra, pero sí de perder la credibilidad y las expectativas marcadas por muchas generaciones de europeos.

No me gustan las palabras acabadas en -ista, así que no diré eso de "Soy europeísta" sino más bien diré que soy europeo, y me entristece a la vez que me preocupa ver una Europa sin rumbo y tan desunida, una Europa que se consume en un nuevo escenario global donde la música la compone China y la bailan los Estados Unidos, aunque también con dificultades.

¿Por qué Europa no arranca? ¿Falla el motor alemán comandado por Frau Merkel? ¿No acaba de despegar el Concorde francés dirigido por Sarkozy? ¿Es un lastre el sur de Europa? Son muchas las preguntas y pocas las respuestas certeras. Desde mi punto de vista el problema de Europa, es que se han dejado las cosas a medias, propulsamos el vehículo, le dimos gasolina y lo tiramos por un precipicio, ahora sin volante, esta Europa es imposible de manejar y es un sálvese quien pueda, al tiempo que los rescates a Grecia o Portugal son simples correcciones cortoplacistas para no toparnos en las curvas, pero el problema sigue ahí y va a seguir hasta que Europa no decida ejercer de europea, en el pleno sentido de la expresión. Cuando la Unión Europea decida hacerse fuerte y crear una Agencia de Calificación propia o emitir Eurobonos que la defiendan de los tiburones especuladores del mundo anglosajón, hasta que Europa no se decida a hacer una política fiscal conjunta o una política laboral común, hasta entonces Europa no va a tener sentido y el Parlamento Europeo va a ser una constante pelea de grillos donde cada uno barrerá para casa, al tiempo que las bolsas se desplomarán y asistiremos a rescates imposibles y deudas que los países periféricos nunca podrán devolver, dibujando un escenario donde el nacionalismo de los estados prevalecerá por encima del sentido común. Desde mi punto de vista, esto podría ser peligroso.

No tiene sentido que el BCE regule el tipo de interés del Euro y pueda emitir moneda, y sin embargo no se pueda decidir la subida o bajada de los impuestos, o su distribución, pues ésta competencia radica en manos de los países miembros, haciendo que Europa vaya a dos direcciones. Es hora de ceder soberanía nacional, para ganar soberanía europea, entiendo que a los patriotas trasnochados y amantes de las viejas esencias esto les pueda molestar, así como a los acomodados políticos, pero es el único camino viable para la salvación europea y de los países que la forman, sin ir más lejos, y aunque muchos compatriotas euroescépticos puedan pensar lo contrario, España estaría todavía más hundida de lo que está sino fuera por Europa y por el euro, que la crisis y el desánimo no nos cieguen, no es hora de aferrarnos a las banderas y a los viejos aranceles, es hora de dar el paso definitivo en Europa, ya sé que quizás no resulte atractivo de primeras, y pueda ser forzado, pero es la única opción que nos queda para poder seguir bailando al compás de una música que cada día suena más débil, démosle una oportunidad.

¡Viva Europa!

#19J. La lluvia va para largo

lunes, 20 de junio de 2011


Así que señores políticos no guarden su paraguas, póngale el nombre que quieran, manipulen cuanto puedan a la opinión pública, generen todo el miedo que puedan y traten de engañar a una parte de la población haciéndoles creer que no viven tan mal, pero aténganse, miren los nubarrones y asuman que la lluvia va para largo, y que por supuesto ni somos cuatro gatos, ni es un movimiento de izquierdas, ni somos los palmeros de los sindicatos, ni tampoco somos violentos.

Y es que lo que comenzó como una lluvia de baja intensidad va creciendo día a día, el agua que al principio no mojaba está produciendo inundaciones en el sistema democrático de este país y por mucho que se mire para otro lado el agua está filtrando, poco importan ya las cifras de manifestantes, las trasnochadas opiniones de los contertulios o el miedo a que la policía ejerza su autoridad, el agua baja en cascada e imparable.

¿Y por qué estamos ganando esta batalla? Por dos motivos.

1. Por vuestra culpa. Nos dejáis fuera del sistema, generáis una frustración a un país, desde los jubilados a los estudiantes, pasando por los parados y también los trabajadores, infláis la edad de jubilación, hacéis que el despido sea más barato quebrando así los derechos conquistados por las clases medias, aniquiláis la sanidad y educación pública, llenáis el mapa de corruptos y nos decís que la justicia sólo funciona para aquellos que tienen dinero, nos mostráis las vergüenzas del Tribunal Constitucional, nos hacéis pagar vuestros errores y para colmo seguís haciendo todo el día teatro. ¿Qué pensábais que nos íbamos a quedar quietos? Cuando el bolsillo aprieta vuestro circo ya no deja de tener sentido.

2. Por nuestra inteligencia. Desde el primer minuto queríais silenciarnos, quitarle importancia al asunto, más tarde llegó la manipulación, sacando imágenes de violentos y de perroflautas, o más recientemente manipulando las cifras de asistencia o hablando del tema como si esto pasara cada día (les recuerdo que ayer en Barcelona había más de 200.000 personas en la calle) y además, todavía recuerdo como nos pedíais que nos mojáramos y fundáramos un partido, pero nosotros aguantamos a vuestra inteligente dialéctica y no caímos en vuestra trampa, no quisimos probar vuestro dulce caramelo puesto que nosotros queremos cambiar todo el sistema, no queremos seguir con esta farsa y para ello no pararemos de seguir haciendo de pedagogía y de expandir nuestro mensaje, gracias a ese fabuloso invento llamado Internet, que por suerte, todavía no controláis. 

No sé cuando será la siguiente manifestación, pero no hay mayor acto de patriotismo que salir a la calle y pelear por aquellos que forman el país, un patriotismo casualmente sin banderas y sin lemas nacionales, pero con compromiso por la gente de tu pueblo, al fin y al cabo, un patriotismo que se opone al egoísmo en el que estábamos instalados. Créanme que la satisfacción es máxima y que el grado de humanidad que se ve en estas manifestaciones no tiene precio, sólo por esto ya merece la pena venir y si además sabes que tienes la razón moral, todavía más, porque insisto, aquí cabe todo el mundo, no venimos a montar un partido, sino a regenerar la democracia y crear una sociedad mejor y más transparente, venimos a reiniciar el sistema, por tanto no somos antisistema ya que queremos un sistema, pero no el que tenemos.

Después del 19-J me siento mucho más libre y además déjenme que les diga una cosa, no he visto a casi nadie que me haya dicho "No voy a esa manifestación porque no comparto lo que dicen", muy poca gente me ha dado esa respuesta, he oído los clásicos, "No puedo..." o los que no opinan del tema, pero nadie o casi nadie ha declinado argumentos, y eso es un ejemplo de nuestra victoria, hemos desmontado al enemigo, no tienen argumentos para barrarnos el paso, y es que a día de hoy y con la que está cayendo es bastante difícil defender este sistema.

Así que ya saben, o nos escuchan y deciden cambiar toda esta farsa o seguirá lloviendo y cada día con más intensidad, os esperan tormentas fuertes, tormentas de inconformismo de una sociedad que creíais tener dormida y domesticada, ahora la pelota está en vuestro tejado, este tejado en el que está cayendo granizo. 

Foto: Vía Laietana de Barcelona.

Vídeos del #19J en las principales ciudades del país

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El capitalista escéptico

miércoles, 8 de junio de 2011


Esta tarde debatía con quien seguramente sea mi mejor amigo, además de un excelente escritor y artista, Sie Kikinshka. En su morada y con la atenta mirada de una decena de peces que pueblan su pecera, hablábamos largo y tendido de las virtudes y de los defectos del sistema capitalista y de los sistemas políticos y económicos en general.

Como les comenté otras veces, creo en el liberalismo económico como válvula para generar riqueza y a pesar de sus defectos, hasta hoy he considerado al capitalismo como el modelo que más se acercaba a mi forma de entender el mundo, un modelo que ha permitido, al menos en el mundo occidental y a muchas generaciones, tener una casa, un vehículo, irse de vacaciones, acceder a la universidad, adquirir bienes tecnológicos, fundar una empresa, generar proyectos y tener al mismo tiempo una educación, sanidad y seguridad de carácter público que daban un perfecto nivel de vida, insisto, estoy generalizando, puesto que cada caso es un mundo, pero este modelo ha permitido un gran desarrollo en el nivel de vida desde que los americanos allá por el año 1920 implantaran el ya famoso "American way of life" (Estilo de vida americano en nuestro idioma cervantino).

Pero los sistemas, así como las personas y los animales, evolucionan y se transforman, y se corrompen cuando se abusa de su uso, y eso es lo que le está pasando al capitalismo (y le sucedió al comunismo), vivimos en una crisis económica nunca antes vista por culpa de un sistema bancario global que no ha tenido escrúpulos en enriquecerse a base de especulaciones, que sumado a un modelo energético insostenible con un bien como el petróleo que cada día se paga más caro (no hablaré del impacto ambiental) hace que los precios se disparen y todo esto sumado a una falta de ética por parte de los políticos, instituciones y una parte importante de la ciudadanía (reconozcámoslo), y que para colmo en España esta crisis es todavía mayor, ya que la especulación y la burbuja que antes mencionaba ha sido todavía más fuerte debido a la fiebre constructora, cosas del clima y de nuestro carácter mediterráneo seguramente.

Desde el momento en que los jóvenes van a vivir peor que sus padres (empleo, vivienda, edad de jubilación, etc.) es que el sistema ha fallado, hemos fallado como sociedad, y sostener a los países a base de inyecciones y de rescates no es la solución puesto que sólo se tapará la herida, pero el cuerpo seguirá siendo frágil y en cualquier momento brotará la sangre de nuevo, y es que para colmo (disculpen si repito mucho esta expresión) esta generación es la que más formación académica y universitaria tiene de toda la historia, pero contrariamente es la que tiene una expectativas más bajas, así que dejemos de lamentarnos, dejemos de mirar a otros países, dejemos de compararnos con el modelo comunista (que también ha fallado) y busquemos una solución, preguntémonos que queremos, que es en realidad la felicidad y seamos un poco responsables con este mundo en el que nos ha tocado vivir, quitémonos la venda de los ojos y descubramos que los últimos años del capitalismo están siendo una farsa y que por mucha satisfacción que recibas al comprar tu nuevo móvil o tus tejanos son sólo pequeños chispazos de ilusión de un modelo que se agota, ¿Cuándo? Esa es la pregunta que yo me hago. ¿Y qué vendrá? ¿Islandia? Pues tampoco lo sé, pero si el futuro es China "estamos apañados", puesto que es la continuación del enfermo capitalismo occidental, pero todavía más salvaje y con menos derechos sociales.

Sí, soy muy pesimista con este modelo, pero es que miro a mi alrededor y tengo motivos para ser pesimista, supongo que algo similar vivieron los jóvenes rusos al ver que el modelo en el que habían vivido sus padres y abuelos ya no les funcionaba.

Les dejo un interesante vídeo que circula por la red desde hace unas semanas que explica muy bien la crisis en España y los motivos, muy ameno por cierto. 


 
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