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Si hay pelito no hay delito

sábado, 21 de septiembre de 2013


Una de las noticias más sonadas de estos últimos días es la reforma del Gobierno para elevar la edad mínima de consentimiento sexual, no confundir con sentimiento sexual, pues es otra historia, pasando de los 13 años actuales a los 16, este incremento además viene precedido de una serie de polémicas reformas y cambios legislativos que afectan al aborto y que desde mi punto de vista suponen una involución en todos los sentidos.

Es evidente que estos temas nunca son objetivos y que existen múltiples sensibilidades, dependiendo de la ideología, de la religión o simplemente del enfoque ético de cada persona, y que por tanto se pueden herir sensibilidades, ahora bien, los políticos y las personas que se encargan de legislar deberían tener mucho cuidado al respecto ya que están entrando en temas muy personales, afectivos incluso, donde la interpretación puede ser errónea y por tanto la aplicación penal puede conllevar a terribles injusticias personales.

En concreto la reforma llevada a cabo por el ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón (Madrid, 1958) introduce penas de prisión de hasta 12 años incluso en el supuesto de la que la relación fuera acordada, la misma ley acuerda que no habrá delito si la edad es similar (sin especificar nada) y si consideran a los sujetos en su desarrollo o madurez, concepto muy complicado de interpretar a efectos jurídicos ya que la misma ley no establece nada al respecto y crea una gran laguna legal en este sentido, tampoco la ley establece que entiende por relación sexual, no es lo mismo una simple masturbación que una penetración vaginal o anal, es más, hasta un tocamiento consentido se podría interpretar como una práctica sexual, según el rasero personal.

Cabe recordar que con la nueva legislación y cambios del Código Penal, se equiparan estas prácticas sexuales con abusos sexuales y agresiones a menores, lo que viene siendo una violación hablando en Román Paladino, ya que se supone que el menor (ahora con 16 años) no está facultado para consentir una relación, lo que abre la puerta a muchas denuncias que podrían ser falsas, imaginemos el caso de una adolescente que previamente habiendo consentido la práctica sexual denunciase, o lo hiciesen sus padres, a su compañero acusándole de infringir la ley, con el nuevo Código Penal en la mano este caso tendría unas consecuencias fatales si el juez hace una interpretación estricta, de ahí como decía al comienzo, las consecuencias de muchas decisiones judiciales podrían ser muy injustas, y no es que desconfíe de los jueces, pero si la ley parte con tantas lagunas y está tan alejada de la realidad sociológica de España la aplicación será complicada.

Mi petición a la clase política es que no ponga puertas al campo y ajusten la legislación a los tiempos actuales, así como destinen fondos y esfuerzos a la educación sexual para menores y adolescentes, esto no es incompatible para nada con ofrecer también valores religiosos, de hecho esto no debería ser una batalla entre ateos y religiosos, sino un debate entre ciudadanos. De no actuar así las consecuencias, también sanitarias, serán peores y nos arrepentiremos.

Unas veces se gana y otras se aprende

lunes, 1 de julio de 2013


Dicen que lo complicado no es llegar a lo más alto sino mantenerse en esa cima. El éxito es efímero y bien lo saben los deportistas de élite o los talentos, pero aquello que queda, es decir, el legado, es eterno. Ayer los amantes del fútbol presenciamos un espectáculo pocas veces antes visto, la selección nacional, campeona del mundo y de Europa de forma consecutiva, se enfrentó a Brasil, la selección más laureada de la historia, en el estadio de Maracaná, un auténtico templo del fútbol con más historia que goles. Los ingleses podrán decir que inventaron el fútbol, pero fueron los brasileños quienes le pusieron color a un deporte que hasta entonces se practicaba en blanco y negro.

Ayer toda esa mitología y leyenda que rodea a Brasil surgió y España no pudo hacer nada, empezaron ganando la batalla psicológica con un público entregado y lo demás vino rodado, nos faltó la magia de otros momentos y no hubo más remedio que sucumbir ante la superioridad de Brasil, entre tanto se intentó, pero no fue posible, ellos además venían muy motivados pues sabían que nosotros éramos el rival a batir y querían evitar a toda costa ser destronados en su propia casa, en todo momento supieron anularnos.

Pero no es momento pues de buscar culpables ni personalizar una derrota en jugadores concretos, al igual que las victorias fueron colectivas, las derrotas también lo son, y por tanto es justo aplaudir la actitud del equipo hasta el último segundo de partido y la deportividad, ser conscientes del nivel alcanzado, así como por supuesto dar la enhorabuena a Brasil por su triunfo, además, y como dije al principio, es más importante el legado que no un resultado concreto, y este legado es la mejor generación de deportistas de nuestro país, son unos valores, una actitud, un compañerismo, una ilusión y una cantidad infinita de cosas complicadas de explicar que van desde lo más racional, el buen juego o el talento deportivo, hasta la parte más irracional, como son los momentos de emoción, sufrimiento y lágrimas, momentos que serán complicados de borrar de nuestra retina, todo esto acompañado de títulos y reconocimientos mundiales, en definitiva algo impagable.

Por eso ayer, la escuadra de Vicente del Bosque y en definitiva todos los seguidores que aguantamos hasta las tantas de la madrugada, aun sabiendo que el partido estaba perdido, aprendimos una lección, una estupenda lección de que en esta vida unas veces se gana y otras se aprende, se aprende de quien es superior a ti, pues solo éste nos hace mejorar y progresar para ser más competitivos y para no hacer de una derrota una resignación sino un grado de experiencia más, solo así, con esfuerzo y aprendizaje diario se alcanza las cimas más altas, recuerden, esto forma parte del legado del que les hablé.

Me despido sin más dilaciones con una merecida ovación a los nuestros y también a Brasil por el espectáculo de anoche y les recuerdo que el próximo año Maracaná volverá a albergar una final, pero en este caso de un Mundial, que son palabras mayores. Sigamos soñando pues hay motivos. 

Sin becas no hay paraíso

jueves, 27 de junio de 2013


Estos días andamos sumergidos en la polémica (otra más) tras las declaraciones del ministro de Educación José Ignacio Wert, quien afirmó que para poder acceder a una beca el estudiante debería de obtener una calificación del 6,5 como mínimo. No tardó mucho en rectificar sus palabras debido a la respuesta masiva de las redes sociales así como de los diferentes colectivos de estudiantes o profesores. La cuestión es que la veda está abierta y la polémica servida en una materia muy sensible desde mi punto de vista, puesto que la educación es el futuro de un país y no destinar suficientes recursos supone deteriorar el capital humano y productivo, y por tanto una mala inversión hablando en términos económicos.

Entiendo que los recursos son limitados y que el país vive una contracción económica importante y esto se traduce en menos ingresos por parte del Estado y consecuentemente en menos gasto público, y que por tanto conviene hacer ajustes, reducir duplicidades, burocracia de Estado y tantas otras cosas con el fin de cuadrar los balances, y por tanto sí, conviene hacer recortes, pero hay que saber meter la tijera para que la sangre no salpique y creo que el ministro Wert, quien se crece ante el castigo, de momento, no está sabiendo atinar en el corte.

Sé que es muy fácil hacer una crítica desde la distancia y sin responsabilidades políticas y de hecho podría hablar de los problemas estructurales del sistema educativo, del hecho de que cada gobierno haya derogado el modelo anterior para imponer el suyo propio o podría tirar del fácil recurso de compararnos con Alemania o los países nórdicos para así evidenciar el problema, pero no lo voy a hacer porque eso no aportaría nada más que frustración, estaría cargando además culpas que no son de una sola persona y además estaría usando cierta demagogia puesto que la situación económica y cultural de nuestro país es muy diferente a la de Alemania o los países nórdicos, así que cogeré al toro por los cuernos (no me refiero a Wert) y aportaré mi propuesta con su respectiva justificación, de forma clara y directa.

Hay dos tipos de becas, aquellas destinadas a la gente con menos recursos, que tienen una función de cohesión social, y las que van destinadas a las personas con mejores notas, es decir, a premiar al buen estudiante, si aumentamos la nota de corte estaremos privando a la gente con menos recursos, ya que mucha gente, por factores personales, sea la obligación de trabajar para poder pagarse la matrícula universitaria o sea el nivel de instrucción familiar, parten con una desventaja que el Estado debería corregir si quiere cohesionar socialmente un país, y por tanto reconocer esas dificultades existentes en forma de beca, no estoy pidiendo que se dé dinero a aquellos estudiantes que no quieran hacer nada, ya que por supuesto hace falta llegar al aprobado y soy el primero en exigir competitividad y excelencia, pero todo lo que sea incrementar la nota mínima creará esta desigualdad, además letal en tiempos de crisis. Luego, tampoco nos conviene financiar a un estudiante y una vez hecho el gasto, que este emigre a Alemania o Reino Unido y genere la riqueza allí, porque estaríamos financiando la economía de otros países, conviene retener el talento que hemos formado aquí.

Por tanto mi solución sería, fijar unos criterios económicos, basados en la renta personal y de los padres, así como del patrimonio disponible y de ahí otorgar la beca siempre partiendo de un aprobado, es decir, de un cinco. Luego una vez generada esta beca, si las notas no acompañan el precio de la matrícula se iría incrementando de forma gradual como castigo a la falta de rendimiento (esto ya se aplica habitualmente) si por el contrario el alumno muestra un rendimiento seguiría recibiendo la beca, pero esta beca no se haría de forma efectiva, al menos una parte, sino en forma de deuda parcial, es decir, que una vez el estudiante haya obtenido la titulación se le descontará una parte de la remuneración cuando tenga empleo, en forma de IRPF, siempre y cuando este salario se genere en el país lógicamente, de esta forma evitamos la fuga de talentos y a la vez financiamos a los estudiantes que realmente lo merecen (por nota, por renta o por ambas), es una solución que requiere de voluntad política y que además aplican muchos países como Estados Unidos, ciertamente estaríamos convirtiendo al estudiante en una deuda parcial y temporal, pero este término no tiene porque asustarnos ya que todas las subvenciones y ayudas del Estado, hasta la pensiones, se generan mediante deuda, colectiva y en manos de los mercados, pero al fin y al cabo deuda, de esta forma además, la deuda quedaría saldada en poco tiempo y sin necesidad de entrar en manos del circuito privado, ganaríamos todos y lo más importante la titulación tendría un valor real y efectivo y no de mero elemento decorativo, porque al fin y al cabo el objetivo de todo modelo académico es formar a la gente para que acabe consiguiendo un empleo.

Así que tome nota señor Wert, no reduzca becas ni dotación económica para la escuela pública, mejore la eficiencia de las mismas o estará creando un problema social para las próximas décadas.

¿Por qué el país no está en llamas?

miércoles, 1 de mayo de 2013


Es una pregunta que muchos de ustedes se hacen todos los días. Incertidumbre y duda. ¿Cómo es posible que con tanto paro, corrupción y pobreza esto no haya estallado? ¿Qué más tiene que pasar? Normalmente estas conversaciones, siempre en tono de resignación, suelen acabar con un sombrío, "al final se va a liar una gorda, ya verás." Pero lo cierto es que de momento, excepto algunos movimientos más o menos coordinados de protesta cívica, existe una calma social importante. 

¿A qué se debe esto? La respuesta es diversa y compleja, pero trataré de ofrecer una explicación esquemática y fácil de entender.

1. El primer factor, y para mi el más importante de todos, es el famoso colchón familiar. Sea por nuestro gen mediterráneo o por una serie de factores culturales, la familia juega un rol importante y diferente al de otros países del centro y norte de Europa, de raíz protestante. Lógicamente, de no existir este respaldo, el país estaría en llamas, ya que los cuadros económicos son completamente insostenibles. La familia hace realidad la máxima de que nunca te va a faltar un plato caliente o una cama donde dormir, esto también nos hace más propensos a quedarnos en casa y no querer salir de ese círculo afectivo y arriesgar o emprender, a su vez explicaría que nuestro número de emigrantes, a pesar de haber aumentado, es relativamente bajo. Si nos remontamos a la historia podemos decir que el carácter numantino sigue formando parte de nuestro ADN. Por desgracia.

2. El segundo factor, y muy relacionado con el primero, es la economía sumergida. No hay datos oficiales, pero se estima que casi un 25% del PIB formaría parte de la economía sumergida. Este empleo permite a muchas familias obtener ingresos, ciertamente no es justificable ya que el Estado deja de percibir una suma importante de dinero y se ve obligada a subir impuestos para recaudar más, y por tanto sería perjudicial para el conjunto de la sociedad, pero es comprensible dada la grave situación de desesperación colectiva. Claro que dentro de este grupo podemos encontrar auténticos evasores fiscales a Hacienda que no lo hacen precisamente por supervivencia. 

3. El tercer punto es el miedo. Este punto es crucial y se ha venido cocinando por los medios y por el sistema. El sistema nos ha acomodado, nos ha dado una serie de supuestos derechos y libertades, a los cuales no queremos renunciar ya que con ellos hemos nacido y hemos vivido épocas gloriosas (materialmente hablando) y por tanto cambiar ese chip resulta casi imposible. Aun sabiendo que estamos en la miseria económica, no concebimos una revolución porque nuestro inconsciente nos dice que esto es un ciclo económico y que nos recuperaremos, y que por tanto mientras hay que aguantar. Además, el Estado nos proporciona una sanidad o educación pública, así como la libertad de mercado nos permite tener un móvil de última generación por ejemplo, y claro, muchos piensan que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer, y ciertamente esto explica que sea complicado un levantamiento general de la población, incluso muchos de los que llaman a la revolución (mero postureo) en realidad, llegado el momento, se acobardarían y protegerían sus bienes.  

4. El individualismo es el cuarto punto. Es consecuencia del punto anterior. El sistema secular y de pocos valores humanos en el que vivimos nos ha hecho ser profundamente egoístas. Primero nosotros, luego nosotros y finalmente, si sobra algo... ¡Nosotros también! Con esta mentalidad es muy difícil lograr cambios, más allá de los cambios personales. Este punto está siendo no solo la tumba de España sino del mundo occidental en su conjunto. Pero nos equivocamos, pues la realidad acaba explotando, por mucho que no queramos ver lo que hay delante o pretendamos esquivarlo, esos problemas van a estar ahí, y solo el compromiso colectivo y las renuncias personales, cosa inimaginable hoy día, invertirían esta tendencia. Siempre pongo el ejemplo de Estados Unidos, exponente máximo del egoísmo. Allí, lo importante es el triunfo personal, ser el mejor jugador de clase y acabar ligando con la bailarina más guapa en la fiesta de graduación, casarte, ser rico y vivir a las afueras felizmente, da igual que luego haya miseria y pobreza a tu alrededor, pues bien, un día, uno de esos fracasados irrumpe con una pistola en el colegio y provoca una masacre, y entonces, a esas personas adineradas y exitosas, les cambia la vida en cuestión de minutos, el país se pone de luto, y se preguntan porqué. El porqué es ese, una sociedad no avanza si por cada triunfo individual existen cinco fracasos.

5. El sentido del deber. Al igual que critico de los americanos su excesivo individualismo, a su favor digo que tienen un alto sentido del deber, pieza clave de la religión protestante. He llegado a la conclusión de que para que un sistema de carácter liberal como el actual se mantenga hace falta un sentido del deber por parte de la ciudadanía. Es decir, darnos importancia como sujetos ciudadanos (eso no quiere decir renunciar a lo colectivo) en los actos de nuestro día a día. Tener remordimientos cuando hacemos algo mal, tener personalidad, valores y en definitiva, ser muy responsables de nuestros actos. Si actuamos así, y no por los impulsos (muchos de ellos artificiales) acertaremos más, y seguramente cuando fallemos, también corregiremos antes. El no tener sentido del deber explica que en este país firmáramos hipotecas como churros pues "las pagas sin darte cuenta" o hiciéremos ostentación ante los vecinos de tener el mejor coche, que hoy está parado y sin gasolina en el garaje. Sé que mis palabras son duras, y de hecho jamás me alegraría del error o ruina ajena, pero hay que ser conscientes de lo que se hace y dice en todo momento. Si yo mañana voy al casino y me juego todo mi dinero al rojo y lo pierdo no iré luego al papá Estado a llorarle mis penas por haberme quedado sin dinero, asumiré que mi avaricia por doblar mi dinero me hizo perder. Y esto, en parte explica que en ese país sea complicado revelarse contra las injusticias, porque en el fondo muchos ciudadanos saben que actuarían igual que el más corrupto de los políticos y robarían igual, y por tanto, ¿para qué te vas a quejar? Triste pero real. Además, ¿de qué sirve sacar las guillotinas sin asumir antes también los errores personales? Muchos no daremos soporte a una revolución de ese estilo porque parte de una base egoísta. Y no estoy justificando con esto las conductas corruptas de banqueros o políticos, que se dejaron llevar por el punto cuatro.

6. ¿Quién empieza la revolución? El sexto y último punto también es importante y me podría extender mucho, pero trataré de ser escueto. Dicen que toda revolución necesita de un líder. Hasta ahora los sindicatos y una serie de intelectuales han jugado ese rol, y siempre que pulsaban el botón congregaban a las masas, pero con la destrucción de la clase media, convertida hoy en clase baja, los sindicatos no han sabido adaptarse a los nuevos tiempos y solo defienden los intereses de esa clase media que ha resistido, así como de cierto sector funcionarial, pero no del resto de clases populares donde está el grueso de la población y que están completamente huérfanas. El lenguaje sindical ya no cala entre estas capas de población, perdiendo afiliados por doquier, así como tampoco el de los partidos políticos tradicionales, vistos como culpables de la crisis al tiempo que los intelectuales o artistas provocan más pena que no aplausos, véanse los discursos en los Premios Goya, completamente artificiales. Y claro, es imposible que una revolución triunfe si el grueso de la población no se identifica con los elementos anteriormente citados. De momento lo único que ha tenido relativo éxito ha sido el movimiento 15-M en sus inicios, capaz de llenar calles y plazas utilizando las redes sociales, con una temática neutra y con la voluntad de la gente corriente. Es decir, lo espontáneo tiene más éxito pues la sociedad en su conjunto está carente de líderes para iniciar una revuelta, existe desconfianza y mucho recelo. Nadie se fía de nadie.

Si aplican los seis puntos anteriores tendrán la explicación de porqué el país no está en llamas. Las revoluciones, dicen, empiezan por uno mismo. 

La libertad tiene un precio

martes, 29 de enero de 2013


Es un tema recurrente, sobre la libertad se ha hablado mucho y existen infinidad de citas célebres al respecto, pero hoy les hablaré de la importancia de ser libres, o al menos, de intentarlo.

Ser libre es una meta, un objetivo complicado y muchas veces inalcanzable debido a una gran cantidad de factores, desde económicos a afectivos, pero al menos hay que intentar cruzar esa travesía. Muchos creen que la libertad es decir lo que uno quiera y hacerlo además gritando con fuerza, no les negaré que esa es una parte de la libertad, pero es solo la parte estética de la misma, la visual y la que nos han vendido los medios, esa falsa sensación de libertad material y de transgredir con lo que te imponen, muchos, una vez alcanzado ese estado ya se dan por satisfechos pues creen ser libres, pero la libertad es mucho más que eso, los luteranos suelen decir que la libertad real es la que permite cambiar las cosas, la que provoca una reacción y un cambio, es decir, la libertad es un acto de renuncias diarias y de imposiciones, parece contradictorio, para lograr un fin, lo contrario al concepto de libertad que tenemos por los países del sur del Europa, donde libertad siempre fue sinónimo de revolución y alteración del orden, aunque ésta no fuera sinónimo de éxito, es decir, después de todo el esfuerzo no se logró nada, o lo que es lo mismo, fuimos esclavos de unas convicciones imposibles y utópicas pensando que éramos libres. 

Hay que aceptar que ser libre te cierra puertas y te hace perder amigos (conocidos, mejor dicho) pero es el precio de la libertad y de opinar, si tus convicciones son de profunda libertad y actúas con sinceridad muchos medios de comunicación no te llamarán ya que éstos tienen una línea editorial a seguir, en función de lo que diga el amo, y un código ideológico con el cual no se puede discrepar y por tanto si realmente eres libre y tus palabras pueden alterar el estado de opinión de la gente, es decir, tienes espíritu crítico, olvídate de que te llamen, ya que los medios hoy día no tienen la labor de informar sino de deformar tu mente y manejarte a su antojo para que actúes y votes de una forma precisa, esto lo explica muy bien el polifacético Pedro Ruiz en "La Contra" de La Vanguardia. Si lo que vas a decir en el medio es irrelevante o son cuatro tonterías entonces te llamarán, se echarán unas risas y todos te aplaudirán pues saben que tus palabras se quedarán ahí. Suele decirse mucho eso de "si te mueves, no sales en la foto." Pues eso.

¿Y por qué perdemos amistades cuándo somos libres? Pues es lógico, siempre ha pasado. Es más, incluso antaño era peor ya que quien discrepara de la doctrina de la iglesia, por ejemplo, era un hereje y era condenado y llevado a la horca o que decir de Gandhi o tantos otros luchadores por la libertad a los cuales se les atizaba con violencia. Hoy día la iglesia ya no manda y por suerte, salvo excepciones, no te pegan por pensar diferente. Mandan los medios, manda lo políticamente correcto, mandan unos círculos de poder que nos dicen cómo tenemos que hablar, pensar y actuar, y quien se sale de ese círculo es linchado verbalmente, ridiculizado o tratado de loco. -¿Dónde vas haciendo eso? Que diría alguno. Y la verdad que es complicado enfrentarte a ellos porque sería como enfrentar a una hormiga contra un elefante. Es decir, manda la nueva fe de lo políticamente correcto y el poder de manipulación de los medios es tan grande que a veces nos hacen sentir culpables de situaciones que no hemos provocado nosotros, dándose una paradoja muy curiosa donde yo, por ejemplo, puedo ser visto como un enemigo, por criticar algo injusto como puede ser un recorte en sanidad o educación, y el malo de la película, el político de turno que lo hace, es visto como un amigo a ojos de muchos ciudadanos (abducidos) que justifican el recorte porque es "muy necesario". Pero créanme, merece la pena hacer ese esfuerzo, actuar con sinceridad y libertad, aunque ello te haga perder amistades y te desgaste, es mejor tener cuatro amigos de verdad que no veinte de postín aplaudiéndote por no decir nada, y sobretodo la sensación de ser crítico con lo que pasa a tu alrededor cada día y decirlo sin tapujos es una sensación que te gratifica y te realiza cada noche cuando te vas a la cama, una sensación de haber hecho bien tus deberes como ciudadano, y de que con tus actos estas ayudando a cambiar y transformar la realidad, te hace tener la conciencia muy tranquila, recuerden lo que dije de los luteranos.

La libertad es eso, no la esperes, actúa de forma libre, no dejes que te digan que eres libre, demuestra que realmente lo eres, y aún sabiendo que hoy la situación económica nos condiciona y no nos deja elegir, al menos dentro de lo que dependa de ti, actúa con libertad y sin miedo. Volviendo a Pedro Ruiz, éste dice siempre: "Yo soy libre porque lo decido yo, no porque me lo permita usted". ¡Qué gran verdad!

25-N: La voz de los ciudadanos

jueves, 22 de noviembre de 2012


¡Qué dilema! Pensarán muchos. El 25 de noviembre los catalanes estamos convocados a las urnas para escoger a quienes serán nuestros representantes durante los próximos cuatro años. O dos, según le convenga al presidente de turno. Y es que, esta legislatura ha sido la mas corta de la historia, no ha durado ni tan siquiera dos años, tiempo suficiente para comprobar la gestión de CiU, es decir, recortes, aumento del paro, más pobreza, endeudamiento, desmantelamiento de los servicios públicos, corrupción y tensión social, repelida eso sí, por la policía del régimen, como antaño los grises, hoy los escuadrones se llaman Mossos d'Esquadra.

Pero Artur Mas, no conforme con haber arruinado a Cataluña y llevado a cientos de miles de catalanes a la miseria, enarbola ahora la bandera para tapar su pésima gestión, y además, en una pose mesiánica, nos ofrece el camino al edén, a una tierra prometida, aderezado de lírica trascendental y como no, con la ayuda de un aparato mediático que va desde La Vanguardia hasta TV3, pasando por cientos de organizaciones culturales subvencionadas por la Generalitat, para las cuales siempre habrá dinero. Para hospitales o colegios no. Así es, parece surrealista, pero siento decirles que es la realidad. Tal es el grado de locura de Artur Mas que ya se confunde a si mismo con Cataluña, como si ambos fueran el mismo sujeto, y por tanto, atacar a Artur Mas es atacar a Cataluña, así que si usted está en contra del copago, de la subida de tasas universitarias o de tantas otras injusticias, por favor, sea un buen catalán y no se queje, si lo hace estará atacando a Cataluña. En fin...

¿Y qué pasa con el resto de partidos? Hablemos de ellos. Por un lado tenemos al PP, que hace lo mismo que CiU pero a nivel nacional. La única diferencia son las franjas de la bandera. Uno te recorta en catalán, y el otro lo hace en castellano, a gusto del consumidor ¡Oiga! Eso sí, han de fingir que se llevan mal, no vaya a ser que el elector perciba acomodamiento. Pero si nos atenemos a los hechos, lo cierto es que los presupuestos de la Generalitat han sido aprobados gracias a pactos entre PP y CiU, así como también se han repartido el poder en la sabrosa y suculenta Diputación de Barcelona. Y en otros tantos ayuntamientos. Parece surrealista, lo sé. 

Luego tenemos al PSC, más de lo mismo. Hasta hace dos años gobernaban la Generalitat junto a ERC e ICV. Los famosos tripartitos, qué grandes recuerdos, ¿eh?. No se los recomendaría ni a mi mayor enemigo. El PSC se ha convertido, como CiU o PP, en un partido del aparato, en una máquina clientelar donde colocar a familiares, un partido incapaz de ser crítico con el gobierno de CiU, ya que entre otras cosas, ambos saben dónde está la corrupción. Y ambos son culpables de la situación actual. ¿Se acuerdan del 3%? Nadie quiso tirar de la manta. Un partido en el que ya no se reflejan las clases medias y bajas de Cataluña, ni la gente joven, y que por tanto se nutre de un voto cada día más anciano, sí, "los del Felipe González." Si además sumamos que el candidato, Pere Navarro, tiene el mismo carisma que José Montilla, la tragedia está servida. Suma, en la peor crisis económica de la historia, con la de temas que hay, van y nos hablan de federalismo asimétrico, ¿qué pelotas significa eso? Parece una enfermedad. -¿Qué tengo señor doctor? -Tiene usted federalismo asimétrico. En fin, no voy a seguir con el PSC porque podría escribir un libro.

Luego viene ERC, el socio perfecto por si CiU no llega a la mayoría absoluta. Ellos se entregarán, todo sea por Cataluña (risas). Este partido votó en contra de que se investigara el "caso Palau", el mayor escándalo de corrupción de la historia de Cataluña, según ellos para no "ensuciar la imagen del President." ¡Visca Catalunya! Además de que constantemente le hacen ojitos a CiU, curiosa forma de ser de izquierdas. Y que, como les comenté con el PSC, durante los años que duró el tripartito demostraron su buen hacer político. Nótese la ironía. Y lo mismo podemos decir de ICV, partido que dice ser eco-socialista y comunista, y que sin embargo reivindica los privilegios de los viejos fueros carlistas, es decir, el Concierto Económico. ¡No veas como han evolucionado los comunistas! Pensaba que eso de la solidaridad iba con ellos, pero no, ahí van de bracito junto a CiU y ERC, vuelvo a decir. ¡Visca Catalunya! 

Y entre unos que gobiernan mal, y otros que gobernaron mal antes, se abre un cisma, un grito ciudadano que cada día se está haciendo más fuerte. Un grito que está harto de la partitocracia, de que las entidades bancarias condonen las deudas a los partidos y de una casta privilegiada cada día más alejada de la ciudadanía. Un grito harto de toda la corrupción que inunda el país de norte a sur, sea del PP, PSOE o CiU. Los mismos políticos que se niegan a reformar la ley hipotecaria o la ley electoral, y que salvan a los bancos y no a los ciudadanos, sin escrúpulo alguno. Por eso, en estas elecciones mi voto irá hacia para Ciutadans, porque Albert Rivera además ha demostrado durante estos años su esfuerzo, preparación y trabajo constante, sobra decir que todas las propuestas, sean económicas, de regeneración democrática o de acabar con los desahucios han sido tumbadas  constantemente por CiU, PP y PSC. Y en algunos casos incluso, como en los de corrupción o obligatoriedad de ir con listas abiertas, se unieron todos los partidos sin excepción, por eso hay que darle más fuerza a Ciutadans, para que la voz de mucha gente se traslade a las instituciones y podamos oxigenar la democracia, y además hay que hacerlo en un momento en que nos quieren obligar a decidir si somos españoles o catalanes, como si ambas cosas fueran incompatibles, quieren que la ciudadanía se divida, pero nosotros tenemos que decirles que mejor unidos, porque es mejor la convivencia entre todos, la diversidad de múltiples identidades y de lenguas, y no la imposición que pretenden los nacionalistas. Por eso, espero que Albert Rivera obtenga el mejor resultado posible, cada voto de más (que no a Mas) será un granito de arena para regenerar la sociedad. 

Unos quieren destruir España (CiU, ERC o SI) y otros quieren dejarla como está sin reformar nada (PSOE y PP), demostremos que existe una tercera vía, que existe Ciutadans y que no nos resignamos. Sea como fuere, el 25-N hay que ir a votar. No te quedes en casa.

Apuntes catalanes: Destapando a Artur Mas

jueves, 25 de octubre de 2012


Me cansan los discursos patrioteros, lo admito, no porque sea apátrida si no porque creo que cuando un político mezcla la bandera, los sentimientos y el devenir político de un pueblo lo que está haciendo es distraer al ciudadano, principalmente al más débil y golpeado por la crisis, de los problemas reales y de la mala gestión realizada. 

Esta táctica provoca en muchos ciudadanos un cierto Síndrome de Estocolmo, pues desarrollan actitudes de admiración o casi divinificación a personas que en realidad son los culpables directos de la crisis, pues con sus recortes en educación, sanidad o pensiones, deterioran la calidad de vida de sus ciudadanos. Pero ese ciudadano, desesperado y que lo ha perdido todo, necesita una válvula de escape y ve en la bandera y en el mesías de su líder la salvación y la tierra prometida, el fin de todos los problemas y la eterna realización personal, por eso, ese ciudadano sale a la calle, y lleno de esperanza e ilusión se envuelve en un trozo de trapo llamado bandera y grita las consignas que le dice su amo, el mismo que encabeza esa manifestación y que a la vez hace los recortes. Paradójica situación.

Muchos me preguntaréis. ¿Cómo han logrado eso? Para llegar a ese escenario, el nacionalismo, o lo que es lo mismo, la burguesía del lugar mediante su aparato mediático y propagandístico, ha inoculado al ciudadano haciéndole ver que todos los problemas son culpa del vecino, o de Madrid para ser más explícitos, han inventado un enemigo externo que nunca había existido, han llevado al pueblo a una especie de paranoia persecutoria y les ha dicho a sus ciudadanos que son tratados injustamente, que se les odia, se les insulta y que no se les quiere, y para ello no han dudado en utilizar la más absoluta manipulación mediática y también emocional, ya que han tocado la fibra de muchos ciudadanos con un discurso que mezcla lo místico y lo irracional, y adornado siempre con términos como libertad, derecho a decidir, democracia, independencia, etcétera. Palabras que suenan muy bien para cualquier ciudadano, aunque no sepan lo que significan, pero que son complicadas de rechazar, ya que todo el mundo quiere libertad y prosperidad. El nacionalismo se ha apropiado del lenguaje. 

Expliquemos que significan estas palabras y cómo han sido manipuladas.

-Libertad: Los nacionalistas han conseguido colar al ciudadano la teoría de que la libertad es luchar por una patria o bandera, cuando precisamente es todo lo contrario, la libertad no entiende de banderas o patrias, pues son conceptos artificiales todos ellos, que por supuesto, se les puede tener estima, como se le puede tener estima a un cuadro de Picasso, pero luchar o "dejarte la vida" por una bandera como pretenden los nacionalistas es precisamente el mayor acto de vasallaje y esclavismo, es decir, todo lo contrario a la libertad. La libertad es pensar, leer, escuchar, aprender y el nacionalismo, sea del color que sea, no te proporciona eso, más bien lo contrario, te coloca una venda en los ojos, te proporciona incultura y da consuelo a los estúpidos.

-Derecho a decidir: Artur Mas (CiU) y sus allegados se cubren de gloria cuando dicen con cierto tono de perdonavidas "no tengan miedo a la voz del pueblo catalán" o "el pueblo ha de decidir su futuro" así como frases del estilo. Cada vez que las dicen, admito que se me escapa la risa. Si de verdad Artur Mas creyera en la voz del pueblo habría preguntado si los catalanes estábamos de acuerdo con los recortes en educación, o en sanidad, o podría haber preguntado a los mayores qué les parecía el copago (o repago) de medicamentos. ¿No? Si tanto le importa que el pueblo decida, que hubiese preguntado, pero claro, ahí está la trampa de los nacionalistas, el pueblo solo decide en cuestiones de bandera e identidad, lo demás es superficial para ellos. ¿Desahucian a una familia? No pasa nada, eso no es relevante, lo importante es que la bandera luzca limpia en el balcón y yo estire mi mano con los cuatro dedos alzados, signo de la máxima libertad. ¡Qué pena! Además, hay que hacer un matiz, el derecho a la autodeterminación del que hablan los nacionalistas es un principio que recoge Naciones Unidas para aquellos países que fueron colonizados, ya sean de África, América o Asia, y aquí, por mucho que repitan una mentira mil veces, nunca se ha producido tal invasión ni colonización. Y añado, como bien dice la Constitución, aprobada también por los catalanes, la soberanía recae en todos los españoles, y por tanto cualquier tema que afecte a la misma ha de ser votada por todos, claro que esto Artur Mas no lo explica, y se basa en la voluntad (curioso concepto) como antítesis a las leyes, es decir, que uno actúe tal cual le venga en gana, que la ley puede decir misa. Curiosa (y peligrosa) forma de entender la democracia.

-Expolio económico: Aquí está la gallina de los huevos de oro del nacionalismo, atrás quedan las reivindicaciones culturales, es el momento de sacar a colador el discurso económico aprovechando la coyuntura. Este discurso es demagogo, además de egoísta, ya que asocia territorio y economía, y hay que dejar claro que Cataluña no paga impuestos, quienes los paga son sus ciudadanos, y todos sabemos que no es lo mismo un vecino de Pedralbes que uno de Rubí, pues seguramente el primero tenga una renta muy superior al segundo, así como las preocupaciones del día a día de uno y otro serán muy diferentes. Lo que ha logrado la burguesía del lugar, y me quito el sombrero por ello, es que el vecino de Rubí que está en el paro, insulte al jornalero andaluz, que también está en la penuria económica, en muchos casos este jornalero y el ciudadano de Rubí comparten hasta el mismo apellido, y mientras tanto el de arriba, el culpable de todo, sale completamente indemne de sus recortes, y no solo eso, recibe en muchos casos el apoyo incondicional del pobre vecino de Rubí, que lo aúpa para que cada día sea más rico. 

Ya lo dijo Orwell, al final acabaríamos viendo a nuestros enemigos como amigos, y viceversa. Lo cierto, y siguiendo con el tema económico y fiscal, la mejor distribución es aquella en la que los más ricos pagan más, y no hablo de territorios, si no de personas, así como no hay mayor justicia social que perseguir el fraude fiscal y la evasión de capitales, y por tanto no creo que Convergència i Unió sea el más indicado para hablar de expolio económico, cuando ellos han saqueado instituciones como el Palau de la Música o se han financiado de forma irregular con el sonado Caso de las ITV que afecta al hijo del intocable Jordi Pujol. Lo sé, ahora diréis, entonces ¿Por qué el pobre vecino de Rubí confía en esa gente? Porque para ese pobre vecino, que se ha creído todo el discurso, los Pujol y cía son gente oprimida y perseguida por la perversa España que les hace la vida imposible.

-Identidad catalana: Lengua, historia o sentimientos. Aquí los nacionalistas han manipulado todo lo que han podido, han intentado que los ciudadanos tengan que elegir entre sentirse españoles o catalanes, como si ambas cosas fueran incompatibles. Han utilizado hechos como los de 1714 entre las tropas borbónicas y los austracistas en la toma de Barcelona como una especie de Cataluña contra España, y han dibujado a Rafael Casanova como su mártir. Si ese pobre hombre levantara hoy la cabeza no daría crédito a las cosas que se dicen de él. Es cierto que toda la historia se manipula, seguramente Colón fuera genovés o el Cid un pobre miserable y no un héroe, estamos de acuerdo, pero cuando se utiliza la historia para enfrentar, esta no tiene cabida en una sociedad democrática, y más cuando en aquella época el sentimiento nacional no existía tal y como lo conocemos hoy, los ciudadanos eran simples súbditos de un rey, y este, que utilizaba al pueblo como esclavo, se dedicaba a pelear contra otros reyes para conquistar así territorios. Pues bien, 300 años después los nacionalistas pretenden que defendamos eso. 

Pero hay más, desde los sótanos nacionalistas se cocina la hostilidad contra todo lo que suene a español, en muchos casos incluso se intenta dibujar al castellano como una lengua forastera e impuesta, no negaré que Franco fue hostil al catalán, pero de ahí a decir que el castellano es algo forastero va un trecho. Ese nivel de hostilidad se da en muchos ámbitos, muchos periodistas, políticos o artistas han sido amenazados por discrepar del régimen, y perdonen que lo llame así, pero es que por momentos ciertas actitudes me recuerdan a regímenes del pasado. Y hasta el fútbol, exento de estas batallas también se ve impregnado cuando el periodista de turno de la televisión del régimen, es decir TV3, nos invita a presenciar un Cataluña-España cuando en realidad lo que se disputa es un FC Barcelona-Real Madrid, pero, ¿De qué guindo se habrá caído ese periodista? Desgraciadamente lo hace a sabiendas, busca el conflicto donde no existe, en Cataluña existen aficionados que son del Real Madrid, muchos, y del Espanyol, y de otros equipos, y personas a las que no les gusta el fútbol y también muchos culés, como yo, hartos de que se politice el fútbol. Así como en Madrid hay muchos culés que al oír ese tipos de cosas quedarían muy descolocados.

Así es el nacionalismo, todo nacionalismo, da igual que sea catalán, vasco o español, cuando una sociedad se olvida de los problemas reales, olvida la existencia de clases sociales y olvida de lo que significa la democracia, el debate o la opinión y únicamente vive por y para una bandera o trozo de tierra, esa sociedad está condenada al fracaso, si únicamente te van a valorar por tu catalanidad realmente no merece la pena formar parte de esa sociedad tan simple e ignorante. No me hace falta demostrarle a nadie mi catalanidad, ni tengo necesidad de colocar un trapo en mi balcón, prefiero explicarle a mi vecino lo que significa la prima de riesgo o pelear para que no recorten al colegio que tengo en frente de casa. Además de que el nacionalismo nos sale muy caro, un día escribiré de esto para no extenderme más, pero si dejáramos de destinar dinero a las embajadas y a toda la "construcción nacional" de Cataluña, quizás no habría que cerrar hospitales o pagar céntimos sanitarios, pero lo dicho, no quiero extenderme más en ese tema.

En resumen, si piensas que lo más importante es Cataluña, vota a CiU el 25-N y serás feliz, muy pobre, pero muy feliz. Si por el contrario te importan los ciudadanos, evita darles la mayoría absoluta, y no temas a los tanques, sé que algunos desearían verlos para poder hacerse la víctima, como siempre hacen, teme más por la pensión de tus padres o abuelos, o por la beca que no vas a recibir. Es más importante.

Apuntes vascos: La máscara de ETA

sábado, 20 de octubre de 2012


Hoy hace justo un año, el 20 de octubre de 2011 la banda terrorista ETA anunciaba el cese definitivo de la violencia. La noticia fue recogida con alegría por unos y con cautela por otros, en mi caso y seguramente no será el único, fue una mezcla de ambas sensaciones, alegría lógicamente porque la violencia y la democracia son incompatibles y cautela porque todos conocemos la trayectoria de estos sanguinarios. Lo cierto, y por lo que se leía en la prensa aquellos días, las tres provincias vascas y el conjunto de España respiraron un poco más tranquilas y aliviadas.

Ha pasado solo un año de aquello y muchas preguntas siguen en el aire. ¿Dónde están las armas?, ¿Por qué el brazo político de ETA no condena el daño hecho?, ¿Por qué no piden perdón? Y un sinfín de actitudes que nos hacen dudar más si cabe de la veracidad de sus palabras o si estamos ante un juego de buenas palabras y cinismo dialéctico solo para ser aceptados en el circuito electoral. Todo son dudas y más dudas.

¿Por qué han dejado de matar? La pregunta tiene varias respuestas, la primera y más evidente, por la presión social y policial que no les ha dejado respirar, así como la colaboración entre gobiernos, todo ello, continuado en el tiempo les ha ido reduciendo las posibilidades de atentar, viéndose completamente acorralados. La segunda respuesta, es el rechazo social, los sanguinarios atentados, como el cometido contra el concejal de Ermua (Vizcaya) Miguel Ángel Blanco, crearon un divorcio entre los vascos y ETA, cabe recordar que hasta los años 90 había un importante segmento de población vasca, sobretodo en Guipúzcoa, que apoyaba la lucha armada. Estas han sido las dos vías naturales por las que ETA ha abandonado la lucha armada. 

Cabría añadir un tercer argumento, la conveniencia. En el año 2009 se produce un cambio político histórico en la Comunidad Autónoma Vasca, por primera vez el lehendakari (presidente del gobierno vasco) es de ideología no-nacionalista, o lo que es lo mismo, es la primera vez desde la Transición que el PNV no ostenta el poder. Además, fruto de la política antiterrorista, Batasuna, brazo político de ETA, fue ilegalizada. Esto hizo que ETA solo tuviese un camino, o dejar las armas o no poder participar de sus planteamientos en la vida política. Hay quienes, en un alarde de cinismo, piensan que el fin de ETA es porque Batasuna ha hecho una reflexión interna, pero no se engañen, si han hecho esa reflexión es porque no han tenido más remedio, no había otro camino. La democracia y la valentía de muchos españoles, les ganó la batalla, sí han oído bien, fueron derrotados, ya que con la lucha armada pretendían conseguir sus objetivos, es decir, la anexión de Navarra al País Vasco y el derecho a la autodeterminación para lograr la independencia de Euskal Herria, término inventado y potenciado por el racista y fundador del PNV, Sabino Arana, que engloba al País Vasco, Navarra y sur de Francia, pues bien, a día de hoy nada de eso ha pasado y ETA ha abandonado la lucha armada. 

Atrás han dejado 829 muertos, familias enteras destrozadas, amenazas, extorsiones y decenas de miles de vascos que han tenido abandonar su tierra. Es por tanto una herida complicada de cerrar y que seguramente va a permanecer abierta durante mucho tiempo, los esfuerzos del gobierno de Patxi López (PSE) han sido muy importantes en esta materia, ya sea desde la divulgación de espacios de convivencia a políticas que han favorecido un nuevo clima de libertad, y matizo la palabra libertad, porque los herederos de ETA hablan constantemente paz y no de libertad, ya que para ellos ha habido una guerra entre dos bandos, pero por mucho que repitan una mentira mil veces, eso no se convertirá en verdad, por muchas poses que hagan y muchos gestos de cara a la galería, aquí ha habido unos vencedores y unos vencidos, unos asesinos y unos asesinados, y por tanto no vamos a consentir que EH Bildu y similares, que acaban de incorporarse al juego de la democracia, nos den lecciones de libertad y convivencia.

Habrá que ver el resultado del nuevo Parlamento Vasco, y de cómo se gestiona este nuevo escenario en el que previsiblemente haya una mayoría nacionalista. Si el camino del PNV es el de siempre, es decir, ponerse del lado de los planteamientos que están al margen de la Constitución, dividir a la sociedad vasca y hacer el juego o colaborar con los radicales, estarán favoreciendo y alimentando el resurgimiento de ETA, y entonces, cuando se les acuse de ser cómplices ya no podrán hacerse los ofendidos.

PD: Eskerrik asko Patxi. Egiak ez ditu bi bide.


 
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